El Boletín Oficial del Estado ha aprobado una deducción extraordinaria al impuesto sobre la renta destinada a aliviar la presión fiscal de las personas con ingresos más bajos. La medida, vigente con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2025, amplía las ventajas fiscales para trabajadores que perciben el salario mínimo interprofesional o remuneraciones similares.
La norma fija dos condiciones principales: los rendimientos íntegros del trabajo no pueden superar los 18.276 euros anuales y el resto de rentas —como alquileres o intereses— no pueden exceder los 6.500 euros. Si se cumplen los dos requisitos, se podrá aplicar la deducción, con un importe máximo de 340 euros para salarios iguales o inferiores a 16.576 euros. A partir de este umbral, la ayuda se reduce de manera gradual según la fórmula legal publicada.
La deducción se añade como incentivo adicional y no sustituye las reducciones ya existentes. Además, no podrá superar la parte proporcional de la cuota íntegra estatal y autonómica correspondiente a estos rendimientos.
Uno de los puntos fuertes es que no habrá que presentar ningún formulario específico: la Agencia Tributaria incorporará automáticamente el importe al borrador de la declaración de 2025 (que se presentará en el 2026). Así y todo, es recomendable comprobar los datos fiscales. Los pasos básicos son:
-Revisar los ingresos de 2025 y verificar que no sobrepasan los límites establecidos.
-Acceder al borrador a través de la sede electrónica o solicitar cita presencial.
-Confirmar que la deducción figura en la casilla correspondiente.
-Presentar la declaración dentro de la campaña y conservar el justificante.
Si el resultado es a retornar, el importe se ingresará en la cuenta bancaria indicada. Aunque el cálculo es automático, Hacienda puede pedir justificantes de nóminas, certificados de empresa o documentos bancarios. Los trámites en línea requieren Cl@ve, certificado digital o DNI electrónico; en las oficinas, hay que llevar el DNI y la documentación laboral. Al programa Te Llamamos permite hacer la declaración por teléfono con cita previa.
La misma norma también prevé devoluciones del IRPF para aportaciones a mutualidades de los ejercicios 2019-2022, con un formulario electrónico de apoderamiento que se habilitará próximamente. Paralelamente, se modifica la Ley del Deporte para fijar por reglamento, en un plazo de seis meses, la cuantía mínima del Seguro Obligatorio Deportivo.
Finalmente, la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo recibe la consideración de acontecimiento de excepcional interés público, con incentivos fiscales especiales. En resumen, esta deducción de hasta 340 euros puede representar un respiro para muchos hogares. Una rápida revisión del borrador podría convertirse en un ahorro valioso a la hora de presentar la declaración.
Las deducciones pueden ser de ámbito estatal o autonómico. Entre las más conocidas a escala estatal encontramos la por inversión en vivienda habitual —reservada, eso sí, para compras realizadas antes del 2013—, la por alquiler de vivienda con contratos anteriores al 2015, o para donativos a ONG y entidades sin ánimo de lucro. También son habituales las deducciones por maternidad, por familia numerosa o para tener personas con discapacidad a cargo.
Las comunidades autónomas, por su parte, pueden establecer incentivos propios que a menudo responden a necesidades locales. Hay por nacimiento o adopción de hijos, por alquiler destinado a jóvenes, por inversiones medioambientales o por la instalación de energías renovables, así como por el cuidado de personas dependientes.
No solo los particulares pueden acceder: determinadas inversiones empresariales, como las vinculadas a firmas emergentes o actividades en territorios con regímenes fiscales especiales —como las Canarias, Ceuta o Melilla-, también cuentan con ventajas. Incluso hay deducciones temporales por obras de eficiencia energética en viviendas.
Los expertos insisten en que para aprovechar al máximo estas oportunidades hace falta conocer bien los requisitos, conservar toda la documentación y, en muchos casos, revisar si una deducción es compatible con otra. Al fin y al cabo, se trata de un mapa de oportunidades que, bien aprovechado, puede suponer un alivio fiscal más que notable.