Emitir una factura siempre ha estado sometido a un estricto control de la Agencia Tributaria, pero, a partir de enero de 2026, este control se incrementará. Con la entrada en vigor de la Ley Crea y Crece, y la Ley Antifraude, la facturación electrónica en España pasa de ser una opción a convertirse en una obligación legal, para empresas, pymes y autónomos. A este cambio normativo se suma la puesta en marcha del sistema Verifactu, una herramienta que refuerza el control tributario mediante el envío automático de registros a la Agencia Tributaria.
La implementación de la Ley Antifraude, que no es más que la transposición a España de la normativa Europea, obligará a profesionales y sociedades mercantiles a abandonar la facturación utilizando hojas de cálculo o documentos de texto, sino que deberán utilizar obligatoriamente sistemas informáticos de facturación homologados.
Hacienda quiere realizar la supervisión de las facturas en tiempo real, no a posteriori. Para realizar este control, la Agencia Tributaria ha diseñado Verifactu, un sistema digital para verificar las facturas de manera automática e inmediata. La clave estará en el QR que se añadirá a cada documento comercial, e incluso a los tiques de caja de tiendas y restaurantes.
Este modelo, contemplado en la Ley 11/2021 de medidas contra el fraude fiscal, establece que los sistemas de facturación deben estar preparados para enviar automáticamente los registros de facturación a Hacienda, de forma voluntaria en una primera fase, aunque con previsión de adopción generalizada.
Verifactu se basa en tres principios fundamentales:
- Inmutabilidad: cada factura debe generar un registro que no pueda ser alterado posteriormente.
- Trazabilidad: todo el proceso, desde la emisión hasta el archivo, debe quedar registrado de forma transparente.
- Control en tiempo real: los datos pueden ser enviados a la Agencia Tributaria en el momento de su generación. Aunque el envío inmediato aún no es obligatorio, el diseño del sistema está enfocado en facilitar su aplicación futura, en línea con lo que ya ocurre con el Suministro Inmediato de Información (SII) en el ámbito del IVA.
El sistema se está testeando desde el pasado 1 de agosto antes de su entrada en vigor en enero de 2026 para sociedades, y julio de 2026 para autónomos.
De 50.000 a 150.000 euros por año
Empresas y autónomos deberán adaptar el software de sus administraciones a Verifactu. Además, los sistemas informáticos tendrán que ser verificados ante Hacienda. El incumplimiento de estos requisitos podrá acarrear multas de más de 50.000 euros por ejercicio para los usuarios finales, cuando se trate de la infracción por la tenencia de sistemas o programas informáticos o electrónicos que no estén debidamente certificados. Asimismo, pueden llegar a 150.000 euros para los desarrolladores de software que no adapten sus sistemas a la Ley Antifraude y sigan comercializando sus productos tradicionales. Por ello, los desarrolladores de programas de gestión comercial han diseñado y comercializado nuevos sistemas para que empresas y autónomos lo tengan más fácil.
Entre los principales desafíos fiscales para los autónomos se encuentran:
- Generar facturas electrónicas de acuerdo con los estándares de la Agencia Tributaria.
- Registrar y almacenar automáticamente todas las facturas en la nube.
- La obligatoriedad de emitir facturas electrónicas con información estructurada.
- La exigencia de mantener un control detallado de ingresos y gastos.
- La actualización constante de la legislación fiscal y su impacto en la actividad profesional.
- El riesgo de errores contables que pueden derivar en sanciones económicas.
El propòsit d’aquest sistema és que totes les factures generades per les empreses quedin registrades a Hisenda, cosa que impedeix qualsevol alteració posterior d’aquests registres. Això garanteix la integritat, conservació, llegibilitat, traçabilitat, accessibilitat i inalterabilitat de les dades generades pel programari. Dins de l’obligació d’utilitzar el programari els obligats tributaris a facturar poden decidir si el seu programa està connectat simultàniament o no amb l’AEAT. Això significa que, quan l’autònom comenci a utilitzar el seu programa de facturació homologat, podrà decidir si desitja remetre voluntàriament les seves factures a Hisenda o registrar les factures sense enviar-les. En aquest segon cas, cada registre ha d’estar signat digitalment i disponible per a l’Agència Tributària en qualsevol moment.