El aceite ya es un 50% menos caro que hace un año, a pesar del remontamiento espontáneo que ha tenido durante la Navidad. Este dato hace buenos los pronósticos del economista agroalimentario, Francesc Reguant, que aseguró para ON ECONOMIA que los precios bajarían en picado cuando era el pico más alto. Nos referimos a máximos históricos registrados, especialmente durante la semana 37 en lo referente al mes de septiembre cuando el precio del aceite de oliva era un 102% más caro que el año anterior. Así pues, en poco más de tres meses, llegamos al inicio de un 2024 con una tendencia totalmente revertida y ya se puede decir que comprar ahora aceite es más barato que hacerlo durante el 2023, una anomalía que no pasa con muchos productos de que se han encarecido por la inflación, la sequía u otras derivadas que marcan la entrada de un nuevo año.

¿Por qué baja?

Reguant recuerda que, a pesar de todo, "los operadores interesados han estado diciendo el contrario hasta llegar a la evidencia ya que es una estrategia por crear aceptación de precios altos" y concluye que se trata "de una mentira programada". Algunos elementos que han favorecido un cambio total son unas reservas acumuladas que han acabado saliendo al mercado, la reducción de su consumo con el efecto de sustitución y como los consumidores han cambiado de mentalidad cabe en productos más asequibles como la mantequilla. Por otra parte, la estabilidad es necesaria para productos tan básicos por los supermercados donde, junto con el aceite y la leche, no pueden prescindir. En paralelo, a pesar de la sequía y la producción de aceite española, hay que ver el impacto de otros productores como el norte de África, responsable de producir la mitad del aceite que se distribuye en Europa que ya suponen una auténtica salida o alternativa.

Precios igualados en Europa

De esta manera, los precios del aceite con otros países vecinos se ha equilibrado y Francia ya paga lo mismo por una botella de aceite que España. Hay que recordar que los mercados de importación, como Francia pero también Gran Bretaña, son mercados con previsiones a largo plazo y las empresas distribuidoras de todos ellos ya firmaron un contrato el año pasado y están obligados a dar este producto con un precio que no ha sufrido los estragos de las subidas que sí ha tenido en nuestra casa. Si vamos a cifras absolutas, según el Boletín Semanal de los Precios del Aceite de Oliva y cogemos el aceite de Jaén como referencia se puede observar como: el aceite virgen extra (AOVE) entonces era un 57,2% más caro; el aceite de oliva virgen (AOL) era un 33,4% más caro; el aceite de oliva lampante (AOL) era un 31,3% más caro; el aceite de oliva refinado era un 81,2% más caro.

Subidas marcadas por la Navidad

Los datos se publican a través del propio ministerio de Agricultura, pero esta tendencia también se refleja en los supermercados, aunque todavía de forma menor. Y si nos fijamos en los precios finales de los supermercados, estos porcentajes diferenciales ya se palpan. A modo de ejemplo, el supermercado Condis vende por un litro el aceite Hermandad a 11,63 euros el litro, aceite de oliva Borges a 9,85 euros, aceite de Oliva Carbonell a 9,95 euros o el aceite de oliva virgen extra a 10,89 euros, ligeramente más moderados que precios, de hace pocos meses, pero todavía lejos de asumir unos precios previos al estallido del aceite del 2021 y principios del 2022. Por otra parte, según los últimos datos del sistema Poolred que ha publicado ASAJA-Jaén, del 26 de diciembre de 2023 al 02 de enero de 2024, el precio en origen del aceite de oliva virgen extra fue de 8,873 euros/tonelada, el virgen de 8,377 y el lampante de 7,967. Con respecto a las operaciones, se registraron 48, con la salida de 3,256 toneladas. En el caso del picual de Jaén, el aceite de oliva virgen extra se sitúa a los 8,781 euros/tonelada, el virgen el 8,377 euros/tonelada y el lampante 8,231 euros toneladas. En este caso, se hicieron 8 operaciones con la salida de 600 toneladas.

A pesar de todo, los precios en origen del aceite de oliva anotaron nuevas subidas la última semana del año y llegaron a máximos históricos motivados por el repunte leve de las fiestas. Según fuentes de Oleoestepa, donde esperan acabar con la recogida de oliva en torno al 15 de enero, la escasa oferta, principalmente de lampante, ha disparado los precios hasta alcanzar los 8.100 euros por término medio anotando una subida semanal de 300 euros. En virgen se han cerrado operaciones en torno a los 8.400 euros y en extra a partir de 8.750 euros por tonelada, con un aumento de 100 en la comparativa semanal, en los dos casos.