Justo al cumplir los 18 años (en ocasiones, unos meses antes), muchos adolescentes se preparan para sacarse el carné de conducir. Aunque en grandes ciudades la mayoría prefiere moverse en transporte público porque hacerlo en coche resulta complicado y hasta agobiante, en ciudades medianas o pueblos es casi imprescindible para gozar de cierta autonomía y libertad.
Si bien el examen teórico no suele ser un problema (leerse un manual y realizar decenas de tests a través del ordenador auguran un aprobado casi seguro), el práctico es otra historia muy distinta. En España, aproximadamente el 73% de los aspirantes lo suspende a la primera (según estadísticas aportadas por la DGT en el año 2017). La combinación de ansiedad, presión y miedo es un cóctel perfecto para cometer errores durante la prueba que en las clases con la autoescuela no son comunes.
La experiencia del examen práctico de conducir en España varía enormemente del lugar en el que se examina el alumno y del profesor sentado en la parte trasera del vehículo, pero podría resumirse en circular siguiendo las normas y mostrar un comportamiento vial adecuado, estacionar, incorporarse al tráfico, realizar giros… Bastante diferente a la prueba de China, que consiste en un circuito tan curioso como complicado.
El circuito cerrado es solo una parte del completísimo examen de conducir chino
El examen práctico de conducir en China (al menos, una de las partes) transcurre en un circuito cerrado que pone a prueba las habilidades de los conductores que se someten a la prueba. El trayecto empieza de manera sencilla, siguiendo un sendero relativamente recto. No obstante, poco tiempo después, tiene que realizar una maniobra de estacionamiento sin disponer de mucho ángulo, añadiendo cierta dificultad.
Tras la maniobra, debe recorrer un ‘8’ sin salirse de las líneas marcadas, ya que hacerlo equivaldría a tocar un obstáculo o subirse al bordillo de una acera, por ejemplo. Una vez superado, toca demostrar qué tal se da circular marcha atrás. Sin duda, una de las partes más complicadas del examen, pues hay diversas curvas. También hay que superar una pendiente, primero ascendiéndola y luego bajándola, para terminar el examen realizando dos estacionamientos más.
Un usuario de la red social X (cuando todavía se llamaba Twitter) compartió un vídeo de menos de 50 segundos de duración en el que se ve cómo es el circuito al que se enfrentan los chinos para obtener su permiso de conducir. La publicación cuenta, al momento de escribir estas líneas, con más de 160 mil «me gusta» y más de 33 mil republicaciones, así como más de 3 mil comentarios.
El examen de conducir en China está compuesto de varias fases, conocidas como Subject 1, Subject 2, Subject 3 y, en ocasiones, Subject 4, dependiendo de si se es local o extranjero. La primera parte (Subject 1) consta de 100 preguntas (40 de verdadero/falso y 60 de opción múltiple) sobre normas de tráfico, señales, penalizaciones, etc. El banco de preguntas está compuesto de unas 900 a 1.600 preguntas. Es necesario tener un 90% para aprobar y se debe realizar en 45 minutos como mucho. Aparte de en Chino, se puede presentar en inglés o español, entre otros idiomas.
La segunda prueba (Subject 2) es la que hemos visto en el vídeo: la prueba de conducción en circuito cerrado. En ella se evalúa el estacionamiento paralelo, curva en S, giro de 90º, arranque en pendiente y marcha atrás. Hay que obtener entre 80 y 100 puntos para aprobar. La tercera prueba (Subject 3) se realiza en condiciones reales por una ruta definida (mínimo 3 kilómetros para C1/C2), con un examinador. Se tiene en cuenta el cambio de carril, giro, cruce, adelantamiento, uso de luces, estacionamiento lateral, etc.