¿Has buscado –o encontrado- alguna vez pareja por Internet? Seguro que sí; porque, hoy en día, es una de las maneras más habituales de hacerlo. No obstante, como toda actividad de este tipo –buscar pareja en una discoteca o en el trabajo puede ser también peligroso-, hacerlo entraña riesgos y, por eso, la Guardia Civil ha publicado en su cuenta de Twitter un apunte en el que advierte de los peligros más comunes del ciberligoteo.

 

Tres peligros principales

Si tus actividades de escarceo se desarrollan en territorios cibernéticos, conviene que tengas en cuenta que, según la Guardia Civil, puedes ser víctima de acoso, fraude económico o, incluso extorsión. No quiere decir, por supuesto, que eso tenga que darse siempre, pero el instituto armado te advierte de en qué tipo de situaciones desagradables puedes llegar a verte. El ciberacoso, como bien sabes, es la persecución sin tregua ni descanso que una o más personas realizan sobre otra utilizando medios telemáticos y echando mano, si se tercia, de informaciones comprometedoras, fotografías o vídeos que se refieren o en los que aparece la víctima con el afán de ridiculizarla. Al ciberacoso, casi siempre, suele seguirle la extorsión, que es la práctica consistente en exigir a una persona que haga, diga o entregue algo a cambio de que otra no proceda de un modo determinado que podría resultar perjudicial para la víctima. La extorsión (ciberextorsión, en este caso) suele comportar también intentos de lucro por parte de los acosadores en detrimento de la víctima. Otro riesgo común es el fraude y, de estos casos, hay múltiples ejemplos que se vinculan a relaciones afectivas que se establecen en la red o fuera de ella y que no son más que una excusa que los ciberdelincuentes utilizan para sustraer dinero a sus víctimas. Así, y por tanto, si ese chico o chica y tan majo que acabas de conocer en la red te pide, antes incluso de conocer a tus padres, que le dejes dinero, desconfía.

Oficina de Seguridad del Internauta

Para atender casos de este tipo, la Administración ha establecido un organismo, la Oficina de Seguridad del Internauta, que atiende a las víctimas en casos de este tipo. Ten cuidado, por tanto, si alguien con quien sólo has hablado a través de las redes te pide que le prestes dinero y controla, también, que vídeos o fotografías envías a desconocidos, porque ese material, si cae en manos equivocadas, puede perfectamente servir para convertirte en víctima de un chantaje.