Si alguien creía que tecnología y religión no podían ir de la mano, estaba equivocado. Las autoridades de Arabia Saudita han presentado la segunda versión del Robot Manara (Faro) en la Gran Mezquita de La Meca. Cada año, millones de personas de todo el mundo viajan a este lugar para realizar el Hajj, y este robot, gracias a la inteligencia artificial, está diseñado para ayudar a los peregrinos.
El Hajj es la peregrinación islámica a La Meca (la ciudad más sagrada para los musulmanes, y a la que deben acudir al menos una vez en la vida todos los creyentes con capacidad física y económica para hacerlo). El renovado robot les brinda orientación religiosa en tiempo real en 11 idiomas distintos para que la lengua no sea ningún problema.
El objetivo del Manara (Faro) es mejorar la experiencia de quienes visitan las Dos Mezquitas Sagradas. Ha sido desarrollado por Duraya Company y SWB Technical Development Company en solo tres meses, reflejando así el impulso y compromiso de Arabia Saudita por integrar la tecnología en la religión.
La unión entre tecnología y religión es posible
El robot Manara hace uso de una base de datos potenciada con inteligencia artificial que contiene fetuas (fatwas en otros idiomas; dictámenes jurídicos emitidos por un jurista reconocido en respuesta a una pregunta sobre la ley islámica, que tienen el objetivo de clarificar la aplicación de la ley islámica a situaciones concretas).
Algunos de los 11 idiomas que el robot domina son el árabe, inglés, urdu, bengalí y malayo. Si alguna de las preguntas realizadas quedan fuera de la base de datos, se facilitan videollamadas con académicos calificados que puedan responderlas. La Presidencia de Asuntos Religiosos afirmó que el robot “actúa como una referencia inteligente para consultas religiosas, ofreciendo videollamadas directas con muftíes para las que no tienen respuesta”.
Decorado con motivos islámicos que reflejan la arquitectura de las Dos Mezquitas Sagradas, el robot Manara integra una pantalla táctil de 21 pulgadas, cámaras frontal e inferior de alta resolución, un micrófono de buena calidad y altavoces. Su base cuenta con cuatro ruedas que incluye un sistema de parada inteligente para navegación fluida dentro de la mezquita.
Funcional a través de una red inalámbrica 5G de alta velocidad, los funcionarios aseguran que la nueva versión del robot combina funciones avanzadas con elementos estéticos familiares para que resulte más agradable para los peregrinos. Debido a la inminente afluencia de visitantes, las autoridades están trabajando para integrar sensores en el suelo y lectores de puertas en puntos de entrada claves de la mezquita, así como herramientas de monitoreo en tiempo real.
Arabia Saudita quiere utilizar la inteligencia artificial para preservar la santidad de la peregrinación y al mismo tiempo mejorar la experiencia general de los millones de asistentes que acuden cada año a la zona. No es la primera vez que vemos a la tecnología integrándose en la religión de manera ingeniosa.
En la capilla católica de San Pedro en Suiza, concretamente en la ciudad de Lucerna, se ubicó el Deus in Machina, un proyecto de realidad inmersiva en colaboración con el laboratorio de investigación de la universidad local que permitía interactuar con un avatar de Jesucristo potenciado con inteligencia artificial.
Capaz de comunicarse en 100 idiomas, el proyecto se instaló en un confesionario, al que los fieles podían acercarse para hacer preguntas a la imagen virtual de Jesucristo. El experimento fue un gran éxito, acudiendo miles de personas, entre ellas musulmanes y turistas de China o Vietnam, para compartir un espiritual ratito con el hijo de Dios.