Susto en un tren de la línea R1 de Rodalies que realizaba el trayecto entre Mataró y L'Hospitalet de Llobregat cuando a las 16.30 horas de este jueves ha descarrilado parte del tren en la entrada del túnel de la Sagrera. Según ha informado Adif, en un primer momento no se han registrado heridos, pero los 60 viajeros han cambiado de tren. A primera hora de esta mañana de viernes aún se circula por vía única, aunque la afectación es mínima. A partir de las 10, se ha recuperado la normalidad. La incidencia ha provocado una afectación en el servicio en las líneas R1 y RG1, que ofrecerán dos trenes por hora y sentido, y también en la circulación de las líneas R3 y R4, que sufren retrasos que se irán recuperando progresivamente.

La caída de bloques de hormigón provoca el descarrilamiento

Lo que ha provocado el descarrilamiento ha sido la caída de bloques de hormigón junto a la vía, según ha informado Betevé. En concreto, se ha producido la salida de un "bogie", una pieza de dos ejes que constituye la estructura rodante sobre la que descansan los vagones del tren. Los hechos se han producido a la altura de la calle de Jaume Brossa con vía Trajana.

El tren ha descarrilado en una zona donde havia unos grandes bloques de hormigón en medio de la infraestructura, según ha podido saber la ACN. Fuentes de Adif no han descartado ni confirmado que estos bloques hayan sido responsables del descarrilamiento y han indicado que hay una investigación en marcha por aclarar las circunstancias del hecho. Eso sí, han dicho que su prioridad es restablecer el servicio como más rápidamente mejor y que los trabajos tanto de encarrilamiento como de reparación de la infraestructura que haya podido resultar dañada se harán durante la madrugada para no interferir en la prestación del servicio.

Después de que se haya producido el descarrilamiento, Protecció Civil ha activado el plan Ferrocat en fase de prealerta, pero una vez se han evacuado a los pasajeros, unos minutos después, se ha desactivado.

¿Qué es el plan Ferrocat?

El plan Ferrocat es el Plan de emergencias en transporte de viajeros por ferrocarril, cuyo objetivo es avisar a los servicios de emergencias en caso de incidentes en los diversos servicios ferroviarios de Renfe, Adif, FGC o el Metro de Barcelona. El plan diferencia entre la fase de prealerta y alerta. La primera se activa cuando hay una incidencia que no afecta a las personas o a la infraestructura, pero en el momento en que existe un riesgo para las personas, se pasa a fase de alerta. Los accidentes ferroviarios, sea por colisión o descarrilamiento, o en caso de enrollamiento, son momentos en los que se activa este plan.

Desde que se puso en funcionamiento en 2009, uno de sus principales beneficios ha sido que los pasajeros pueden recibir información sobre la avería si llaman al 112, ya que antes las empresas no estaban obligadas a comunicar las incidencias.