Más tensión en Badalona a raíz del caso de los inmigrantes en situación irregular desalojados del antiguo instituto B9 de Badalona. La acogida de una quincena de desalojados en una parroquia de la ciudad se ha acabado suspendiendo por la presión vecinal en el barrio, donde varios ciudadanos se han concentrado para protestar y han torpedeado los planes. Desde poco después de las seis de la tarde, un pequeño grupo de vecinos ha bloqueado la entrada a la parroquia Mare de Déu de Montserrat y ha evitado la llegada de buena parte del material que Cruz Roja debía descargar para organizar la acogida. La protesta ha crecido con el paso de las horas hasta ser cerca de 50 personas y las entidades sociales han tenido que derivar a los migrantes a otros espacios. Hasta el lugar se ha desplazado el alcalde, Xavier Garcia Albiol, que ha pedido a los vecinos levantar la protesta para tener “margen de negociación” con el Govern para que los desalojados no se queden en Badalona.

En algún momento de la tarde se llegaron a congregar frente a la puerta de la parroquia badalonesa cerca de medio centenar de vecinos. Los concentrados han gritado consignas como “no los queremos”, “no entrarán” o “fuera, fuera” cada vez que algún responsable de las entidades sociales que organizan la acogida aparecía en el patio exterior de la parroquia. Los manifestantes han clamado contra la supuesta inseguridad y delincuencia que los acogidos traerían al vecindario. A la zona se han desplazado dos patrullas de los Mossos d'Esquadra y una de la Guardia Urbana de Badalona para custodiar el acceso al recinto y garantizar el orden.

En la parroquia se debía desplegar un dispositivo de la Cruz Roja y Cáritas para dar asistencia a una quincena de los 400 desalojados del antiguo instituto B9 de Badalona, que ahora estaban durmiendo a la intemperie. Hacia el mediodía de este domingo, sin embargo, las mismas entidades han hecho público el lugar de acogida y esto ha puesto en alerta a los vecinos, que han acabado por salir a boicotear la acción. La mayoría de los migrantes, de hecho, no se han presentado en el lugar a las ocho de la tarde, como estaba previsto. Algunas fuentes han detallado a la ACN que se les ha llamado para que no fueran ante el ambiente hostil que les esperaba. Otros inmigrantes, sin embargo, sí que han intentado llegar. Una vez allí, sin embargo, se les ha explicado cuál era la situación y se les ha derivado a otros centros de acogida, como ha acabado pasando con el resto de las personas que han pasado una primera noche bajo techo después de cuatro días a la intemperie.

Albiol pide tiempo a los vecinos para negociar con el Govern

También ha hecho acto de presencia el alcalde de la ciudad, Xavier Garcia Albiol, principal impulsor del desalojo del B9 y erigido en el gran opositor a la presencia y la acogida en Badalona de los migrantes que estaban en el antiguo instituto. El alcalde se ha reunido con ellos en la calle después de pedir a la Guardia Urbana que cortara el tráfico en la zona. El alcalde Albiol ha reiterado que no quiere que los migrantes del B9 se queden en Badalona y se ha comprometido con los vecinos a luchar por ello. Afirmando que negocia esto con el Departament de Drets Socials, Albiol ha intentado convencer sin éxito a los concentrados para que levantaran la protesta. “Dadme este margen y no os fallaré”, les ha dicho el alcalde. La mayoría, sin embargo, se han mostrado recelosos de marcharse a casa.

Albiol se ha reunido después con los responsables de las entidades en el interior de la parroquia y a su salida ha anunciado a los vecinos que aún quedaban congregados en la puerta que los migrantes “esta noche ya no irían”. Solo entonces los detractores de la acogida se marcharon a casa, pero ya era demasiado tarde para reactivar el dispositivo. El alcalde ha emplazado a los vecinos a otro encuentro con los vecinos para este lunes por la tarde para explicarles las gestiones hechas con el Govern. Albiol ha mostrado este domingo por la mañana en declaraciones a Catalunya Ràdio “respeto” por la decisión de la Generalitat de acordar con entidades sociales la apertura de un local para que puedan pernoctar, pero ha insistido en “no normalizar la ocupación ilegal”. “No premiaremos la ilegalidad como si fuera una obligación social y confundir humanidad con ausencia de normas es un error muy peligroso”, ha lanzado.