La mitad de los trabajadores de bares de Barcelona, el 52,4%, no habla catalán. Un porcentaje que baja al 47,6% en el caso de los establecimientos pequeños, de menos de diez empleados. Además, casi un cuarto del total, el 24%, tampoco lo entiende. Así se desprende de la última encuesta de actividad del sector de la restauración de Barcelona, del 2024, que recoge cada año las respuestas de un millar de establecimientos en la capital catalana. Unos datos que apuntan al creciente malestar expresado por catalanoparlantes sobre la necesidad de cambiar de lengua cuando acuden a un bar o restaurante de Barcelona. En los últimos meses, la situación ha estallado en polémica por casos como el de una heladería del barrio de Gràcia en la que se increpaba a los clientes que querían ser atendidos en catalán o que prohibía a sus empleados comunicarse en esta lengua entre ellos.
En cuanto al pequeño comercio, el uso del catalán sale mejor parado: en el 76,5% de las tiendas de barrio se habla catalán y en el 89,7% se entiende, de acuerdo con la misma encuesta, a cuyos datos ha accedido y publica este viernes El Periódico. Ahora mismo, tanto en bares como en tiendas, el porcentaje de personas que habla catalán es el más bajo desde que se iniciaron las encuestas al sector de la restauración en 2009. Con el actual 52,4% de trabajadores que lo hablan, se cae a un suelo aún más hondo que el 53,5% del primer año de la encuesta o el 54,3% del 2016. En cuanto al catalán en el pequeño comercio, pese a que los datos son más altos en términos generales que en los bares, el 76,5% supone la cifra más baja desde 2009, cuando era del 79%. En lo que respecta a la rotulación de los carteles de los establecimientos, el 65,4% son en catalán, frente a un 24,1% en castellano y un 13,5% en inglés.
El Ayuntamiento hará más inspecciones y ya trabaja con el Gremi de Restauradors
La cuestión del catalán en los establecimientos de Barcelona ha estado este verano en el ojo del huracán. Más allá del malestar que habitualmente expresan entidades por la promoción de la lengua por el decreciente uso del catalán, este septiembre el Ayuntamiento que dirige Jaume Collboni se ha hecho eco de "casos de catalanofobia" en establecimientos de la ciudad. Entre los cuales, la ya famosa heladería de Gràcia que fue vandalizada. La comisionada de Uso Social del Catalán, Marta Salicrú, nombrada a mediados de julio, ya ha anunciado varias medidas para la promoción de la lengua catalana, como revisar los protocolos de inspección, así como la mejora de la comunicación de la normativa lingüística que establece el Código de Consumo. El objetivo, apuntó Salicrú, es garantizar los derechos lingüísticos de las personas catalanohablantes en comercios y restaurantes de una ciudad cada vez más internacional y en crecimiento.
Salicrú se reunió con el Gremi de Restauració para abordar la regresión del catalán en los bares y restaurantes. Así, el consistorio de Collboni pretende escuchar las demandas del sector y diseñar conjuntamente las medidas que consideren pertinentes para promover el uso de la lengua. Desde la restauración, cuya patronal trabaja desde febrero con Esquerra Republicana para promover el uso del catalán, afirman en declaraciones a El Periódico que se trabaja en recursos y materiales que se pondrán a disposición de los establecimientos para ayudarles a cumplir la normativa lingüística.