La polémica con la heladería Helados Dellaostia del barrio de Gràcia sigue levantando polvareda. Hace poco más de una semana, Guillem Roca, conseller de ERC en el distrito de Gràcia, explicó a través de un hilo en X la discriminación que sufrió su mujer en este establecimiento regentado por argentinos. Su pareja, según relató, fue increpada por dirigirse en catalán a un trabajador, quien le dijo que era “una maleducada” por hablar en catalán cuando “estábamos en el Reino de España”. Ahora, según ha revelado un antiguo tuit que se viralizó hace un año y ahora vuelve a estar en el centro del debate, el propietario del establecimiento, el argentino Leandro Rincón, habría impedido que los trabajadores catalanohablantes hablaran entre ellos en catalán durante su jornada laboral.
Que no os engañen los letreros. El propietario prohíbe a los trabajadores catalanohablantes que hablen en catalán entre ellos (es argentino y lo encuentra una falta de respeto). 🤐
— Sebastià Roig (@ensebastiaroig) July 10, 2024
Cuando nos despertamos, el franquismo de la hostia todavía estaba. Y nos quedamos helados. ���� pic.twitter.com/LW6GTg6m05
“Se marchó cansado del trato lingüístico que le dispensaba el dueño”
El autor del mensaje, Sebastià Roig, en declaraciones al Tot Barcelona, ha explicado que él mismo no había trabajado, pero sí que conocía de primera mano la experiencia, ya que un amigo suyo había formado parte de la plantilla de la heladería y acabó dejando el trabajo “cansado del trato lingüístico que le dispensaba al dueño”.
Las críticas no son aisladas. Los casos de Guillem Roma y Sebastià Roig no son los únicos. Si nos fijamos en las reseñas de Google que ha ido acumulando la heladería desde que está abierta, podremos ver numerosas quejas por el mismo tema, la discriminación del catalán. Varias valoraciones de hace unos meses ya habían alertado de la mala predisposición del propietario hacia el catalán. En algunos casos, las respuestas del establecimiento a los clientes descontentos reforzaban la tensión: “Lamentamos que no té alcance con el castellano (que té recuerdo que ed uno de los idiomas oficiales de esta comunidad)” o “lo intentamos cono el catalán cuando nos toca atender a clientes educados y cordiales”.
En otras respuestas a reseñas incluso traducían los nombres de los clientes, como el caso de Neus, que se quejó por no haber sido atendida en catalán y el propietario le contestó: “Nieves, en Cataluña hay dos idiomas oficiales, el catalán y el castellano, que en el parecer no te gusta, pero té guste o no vives en una de las 17 comunidades del reino de España donde los idomas oficiales son el catalán y el castellano".
Supremacistas españoles de pata negra. Es insoportable. Solo espero que cierren pronto (porque de la administración que tendría que velar por evitar dicriminacions lingüsístiques, ya no espero nada @consumcat @gencat ) https://t.co/I2FQb3kL9P pic.twitter.com/lN5u3G6cq8
— Jordi Borràs (@jordiborras) Augusto 17, 2025
La versión del propietario
En una entrevista reciente en el diario argentino La Nación, Rincón ha negado cualquier actitud catalanófoba. Asegura que hace tres años que abrió el negocio y que nunca ha habido ningún problema con el catalán. Según su versión, el episodio denunciado por el conseller de ERC se produjo porque una de sus trabajadoras —recientemente llegada a Barcelona— no entendía la lengua. Ante la insistencia de la cliente en expresarse en catalán, él habría intervenido para explicar que "en España hay dos idiomas oficiales” y que la dependienta no podía atenderla en catalán. El propietario también asegura que fue increpado e insultado, mientras que Roma defiende que a su pareja solo se le reprochó utilizar la lengua propia del país.