Resulta casi imposible de creer: un hombre que no duerme desde 1963 y que, contra toda lógica médica, sigue vivo, activo y lleno de energía. Su nombre es Thái Ngọc, un agricultor de Vietnam que se ha convertido en un fenómeno mundial por una condición que ni la ciencia ni la medicina han podido explicar. Lo más insólito es que, lejos de parecer un hombre acabado por el insomnio, mantiene un estilo de vida enérgico que deja en ridículo a quienes duermen sus ocho horas diarias.
El misterio comenzó hace más de seis décadas, cuando, tras un episodio de fiebre, Thái perdió el sueño y jamás volvió a recuperarlo. Desde entonces, cada noche se convierte en un escenario de actividad constante: cuidar la granja, preparar vino de arroz, fumar, charlar con vecinos y, de vez en cuando, recibir a curiosos y periodistas que viajan hasta su aldea para comprobar con sus propios ojos que sí es posible vivir sin dormir.
El vietnamita que nunca duerme: ¿mito o realidad científica?
Para los médicos, el caso de Ngọc es una anomalía que desafía los límites conocidos de la biología humana. Los estudios más extensos sobre insomnio crónico aseguran que un ser humano privado del sueño más allá de 11 días colapsa irremediablemente. Sin embargo, este granjero de más de 80 años se ha convertido en una excepción viviente. Los habitantes de su aldea confirman el fenómeno: aseguran que jamás lo han visto dormir, ni siquiera cerrar los ojos unos minutos. Y aunque algunos sostienen que tal vez logre microsiestas de apenas segundos, lo cierto es que el propio Thái afirma con contundencia: “No puedo dormir, y ya me he acostumbrado a vivir así”. Sus palabras alimentan aún más el halo de misterio que rodea su vida.
Una rutina sin descanso que sorprende al mundo entero
Quienes han pasado un día entero con él lo describen como un hombre hiperactivo, sonriente y con una energía que parece inagotable. A lo largo de la jornada trabaja en su granja, cuida animales, prepara arroz fermentado y, de noche, en lugar de acostarse, continúa con sus labores o recibe visitas. Su vida es un ciclo interminable de vigilia. Lo más llamativo es que, a pesar de fumar y beber con frecuencia, se mantiene en pie y saludable.
Ni su cuerpo muestra signos graves de deterioro ni su mente parece alterada. Al contrario, sus vecinos lo consideran un hombre pacífico, vital y en ocasiones hasta divertido, pues suelen invitarlo a vigilias, funerales o fiestas en las que se necesita permanecer despierto toda la noche. Mientras los expertos continúan debatiendo si su cuerpo ha desarrollado un mecanismo biológico desconocido o si se trata de un caso único en la historia, Thái Ngọc vive sin darle demasiada importancia a su extraña condición. No busca fama ni récords, aunque se rumorea que de presentarse al Récord Guinness, pulverizaría cualquier marca existente.
El mundo lo observa con fascinación: un anciano que nunca duerme, que sigue de pie tras más de seis décadas de insomnio, y que se ha convertido en un símbolo de resistencia humana. ¿Milagro, maldición o simple misterio biológico? Nadie tiene la respuesta definitiva, pero lo cierto es que este vietnamita ha convertido sus noches interminables en parte de una rutina tan extraordinaria como desconcertante.