Laila Millet, hija del expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet, ha asegurado ante la magistrada de Barcelona que todos sus bienes han estado siempre a disposición de la justicia y que nunca tuvo intención de ocultar rentas de alquileres de inmuebles embargados para evitar indemnizar a la entidad cultural por el espolio, por el cual fue condenado su padre, que murió a 87 años, en marzo de 2023, según fuentes judiciales. Laila ha declarado como investigada ante la titular del juzgado de instrucción 12 de Barcelona, este jueves la tarde por videoconferencia desde la ciudad norteamericana de Wisconsin, donde reside actualmente. En la sentencia del Palau, dictada por la Audiencia de Barcelona, Laila Millet, fue condenada a devolver 112.783 euros al Palau de la Música como responsable a título lucrativo porque su boda se pagó con fondo de la entidad.

En esta causa, se investiga Laila Millet, al lado de su hermana Claraademás del exresponsable económico del Palau de la Música Jordi Montull, la esposa y la hija de este, a raíz de una denuncia de la Fundación del Palau de la Música que los acusa de maniobrar para impedir la ejecución de la sentencia que ordenaba retornar a la entidad cultural los 23 millones de euros expoliados. Inicialmente, Clara también tenía que declarar como investida este jueves también por videoconferencia, desde Australia, donde vive, pero no se ha hecho.

Inmuebles alquilados

En concreto, los abogados del Palau, alertados por Hacienda, sostienen que los investigados ocultaron ingresos percibidos por varios inmuebles alquilados que habían sido embargados en el proceso judicial y suscribieron contratos de arrendamiento con un derecho de adquisición preferente con la única finalidad de evitar resarcir al Palau, que de momento solo ha recuperado unos 14 de los 23 millones saqueados.

Solo la herencia de la madre

En su declaración, Laila Millet ha defendido que sus bienes han estado siempre a disposición de la justicia y que nunca ha tenido intención de ocultar ningún ingreso, incluido la herencia de su madre, muerta hace siete años, para impedir la ejecución de la sentencia del Palau, según informa la agencia Efe. Añade que fuentes jurídicas han explicado que Laila y Clara Millet renunciaron a la herencia de su padre porque eso habría implicado asumir su deuda ante los tribunales.
No obstante, las hijas sí que aceptaron la herencia de la madre, Marta Vallès, condenada también a título lucrativo por el espolio, aunque presentaron un concurso de acreedores ante la justicia argumentando que las deudas del legado superaban los activos patrimoniales, que eran bastantes.

Actualmente, un juzgado del mercantil de Barcelona ha designado a un administrador concursal que tiene que acordar la venta de los bienes y decidir sobre su reparto a los diferentes acreedores de la herencia de Vallès, entre los cuales se encuentra el mismo Palau de la Música.

Precisamente, el febrero pasado, el Palau de la Música compró por 780.000 euros la macrofinca que Fèlix Millet tenía en la Ametlla del Vallès y que se había puesto a subasta varias veces sin obtener comprador. El beneficio obtenido de la compra de la propiedad tenía que servir para devolver parte del dinero al Palau, y con esta compra se evitará que el beneficio quede más menguado.

Segunda investigación abierta

Fèlix Millet, muerto hace dos años, también fue investigado en esta causa, que se abrió en octubre de 2022, y llegó a declarar ante la justicia por estos hechos. Esta es la segunda causa que se abrió a los exresponsables del Palau por intentar burlar presuntamente su obligación de indemnizar en el Palau de la Música. Aparte,  Millet fue investigado también por un juzgado de Granollers (Barcelona) por la desaparición de bienes embargados en su casa, un piano de cola y unos colmillos de marfil, entre otros.

Por su parte, Montull y su esposa fueron juzgados por la Audiencia de Barcelona, que los absolvió, de haber ocultado unos 32.000 euros que cobró por el alquiler de una finca  del Masnou embargada judicialmente por el caso Palau desde el 2012. El tribunal concluyó que no se había demostrado que hubieran escondido este dinero a la justicia, ni que quisieran dilatar el proceso por resarcimiento del Palau.