El final del verano llegó, como cantaba el Dúo Dinámico. Lápiz, agenda y el cuadernillo con deberes de verano en la mochila, este lunes 8 de septiembre empieza el nuevo curso escolar para los alumnos de Infantil, Primaria y ESO —Bachillerato y FP de Grado Medio y Superior empieza el 12 de septiembre, después de la Diada—, y más de 1,6 millones de alumnos de toda Catalunya se preparan para volver a las aulas. El curso de este año, el 2025-2026, arranca con los mismos retos que el anterior, después de unos años convulsos a la educación catalana por los malos resultados en las pruebas de evaluación de matemáticas, ciencias y comprensión lectora, por los cambios a un modelo educativo más competencial que han puesto en pie de guerra parte del profesorado y con los deberes pendientes de invertir más recursos para bajar ratios y desplegar una escuela inclusiva que pueda atender las crecientes dificultades de un alumnado cada vez más diverso y con más complejidad. Todo ello, el segundo año con la consellera Esther Niubó al frente de Educació —si bien el año pasado los planes para el curso fueron heredados de la consellera Anna Simó (ERC), dado que solo hacía un mes que los socialistas gobernaban— y con un Govern con las manos atadas por la falta de presupuestos de la Generalitat por segundo año consecutivo —en 2024 con Pere Aragonès y en 2025 con Salvador Illa—.

La menguante deriva demográfica de Catalunya se hace notar y este año habrá menos alumnos en el conjunto del sistema educativo catalán. En total, serán en torno a unos 1,6 millones, pero unos 2.200 menos que el curso pasado. Una tendencia que, como ya se intuía el año pasado, se aprovechará para bajar ratios en los cursos tempranos y empezando por Infantil, donde el 80% de los grupos tendrán 19 alumnos o menos, y hasta primero de ESO, donde el 85% de los grupos tendrán 29 o menos alumnos. Sin embargo, mientras muchas clases de primaria quedan con plazas vacías, especialmente en las partes del territorio menos pobladas, la educación secundaria y la FP se enfrentan a una masificación de aulas, un mayor tensionamiento que se explica sobre todo por la alta cantidad de alumnos recién llegados a medio curso, lo que se denomina matrícula viva —que fue de 75.000 alumnos el curso pasado—. Este curso habrá también más profesores, unas 83.949 en los centros públicos, lo que supone 1.672 más que el año pasado. Y, a su vez, 352 nuevas dotaciones de personal de atención educativa, llegando hasta las 4.033.

Creciendo "complejidad" en las aulas y presupuesto limitado

Aunque habrá menos alumnos y más profesores, lo cual puede favorecer una atención más dedicada de los docentes a cada uno, la consellera Niubó ha dado el pistoletazo de salida este septiembre avisando que el nuevo curso estará marcado por un fenómeno que hace años que los centros experimentan y los profesores conocen bien: la creciente "complejidad" y diversidad del alumnado, que presenta en muchos casos necesitados específicas que requieren más tiempo y más recursos humanos y materiales. Sea por trastornos del aprendizaje, por la inclusión de alumnos con discapacidad, por condiciones precarias y vulnerabilidad socioeconómica en casa —un 35% del alumnado está en riesgo de pobreza o exclusión social, de acuerdo con los últimos datos de la fundación educativa Bofill— o porque quizás son recién llegados y no hablan catalán ni castellano. El curso pasado acabó con 335.746 alumnos con necesidades especiales, casi 9.000 más que el año anterior. En suma, son cerca de uno de cada tres alumnos escolarizados en Catalunya.

¿Y como atender todas estas necesidades especiales? Con recursos. Aunque la actual ley marca que se tiene que destinar el 6% del PIB de Catalunya a la educación y la realidad es que todavía no se llega a un 4%, además que se continúa con los presupuestos de 2023 prorrogados, sustentados con suplementos de crédito. Sin embargo, este año se incrementa la inversión en el servicio de los monitores de apoyo, conocidos como 'vetlladors', que pasará de 29,2 a 62,6 millones entre enero de 2026 y agosto de 2027. Asimismo, habrá un psicólogo referente en cada uno de los doce servicios territoriales en los cuales se subdivide el Departament d'Educació y el recurso de Apoyo Intensivo a la Educación Inclusiva (SIEI Plus) —los profesionales que atienden las necesidades específicas— pasarán de 87 a 175. En paralelo, se pondrá en marcha un plano piloto en Manresa y Sabadell juntamente Drets Socials y Salut con el fin de mejorar la atención integral al alumnado con trastornos del neurodesarrollo. Y este año se aumentan las aulas de acogida para alumnado recién llegado que no conoce el idioma, de las 1.100 del curso pasado en unas 1.363 ahora, sin descartar abrir más con el curso ya empezado. También se desplegará un plano piloto del programa de detección de trastornos de aprendizaje que ya se anunció el curso pasado.

esther niubó escola acn
La consellera d'Educació, Esther Niubó, en una escola de Sabadell / ACN

Revertir la bajada de resultados (con las PISA en el horizonte)

El plano piloto tiene que permitir hacer un cribado por detectar dificultades en el lenguaje en 1.º y 3.º de primaria. Educació facilitará los materiales para poder hacer estas pruebas, aunque los centros no estarán obligados a hacerlo. Y es que la reversión de las carencias de nivel y la mejora de resultados educativos es otra de las prioridades y deberes pendientes del sistema educativo catalán. Es el elefante en la habitación después del terremoto que supusieron los resultados de las últimas pruebas de nivel PISA, especialmente preocupantes en matemáticas y comprensión lectora, donde los alumnos catalanes se situaban en la cola de España, prácticamente equivalente a todo un curso no alcanzado. Además, se encontraron diferencias importantes entre los alumnos de centros públicos y los de centros privados, estos últimos con mejores resultados —derivados de la composición socioeconómica del alumnado y el impacto que tiene la base material en casa en el rendimiento—, y hasta cursos de diferencia entre el aprendizaje alcanzado por el alumnado nativo y el alumnado recién llegado —más 15% en Catalunya, una de las cifras más otros del Estado—.

A lo largo de los últimos cursos se ha desplegado el plan de choque para mejorar los resultados en matemáticas, el llamado plan Florence, proyecto del Departament de Anna Simó, que ha llegado a los centros con especial margen de mejora con material práctico para poder reforzar entender conceptos abstractos. Con respecto a las lenguas, se amplía hasta 538 los centros de la red de competencia lectora y se aumentará el número de auxiliares de conversación en inglés hasta los 150. "Los resultados no son aceptables y hace falta una acción decidida para revertir la situación", dijo Niubó en mayo, al presentar un plan propio para destinar 130 millones de euros hasta el 2028 para programas de refuerzo de matemáticas en 800 centros de toda Catalunya y para ayudas a docentes que quieran cursar posgrados para formarse más en lenguas o matemáticas. También se ha trabajado en una bolsa de formadores de docentes para estructurar y ordenar la oferta formativa permanente, que se desplegará durante el primer trimestre de este nuevo curso. Este 2025 los alumnos han vuelto a hacer las pruebas PISA y en el 2026 tendremos los resultados para ver en qué punto estamos ahora, aunque Educació siempre avisa de que los resultados de los planes no se ven hasta dos o tres cursos en adelante. Al ser preguntada sobre las expectativas, Niubó ha afirmado este viernes que confía en un giro de la tendencia a la baja de la última década y que este es "el espíritu" con el cual se trabaja, aunque ha avisado de que "los resultados no mejoran de un día para el otro".

Primer curso sin móviles ni relojes

El próximo curso será también el primero sin teléfonos móviles o relojes inteligentes en las aulas de toda la etapa obligatoria, después de la regulación anunciada este junio en el marco del Plan para la digitalización responsable guiándose por las recomendaciones de la Comisión experta a la que se encargó estudiar la cuestión. Además, se fomentará una restricción progresiva de las pizarras digitales interactivas a educación infantil y eliminará progresivamente el uso de tabletas digitales, para evitar la sobreexposición temprana en las pantallas, un plan que Niubó desplegará a lo largo de la legislatura. Por ahora, está previsto que todas las familias reciban a una guía con recomendaciones sobre el uso de los dispositivos digitales a principios de curso. Niubó ha explicado también que en el documento de organización y gestión de centros se aborda la cuestión de las pantallas, sobre la que cada centro tendrá que hacer una revisión con el fin de ir eliminándolas a infantil. "No se puede hacer de la noche a la mañana", ha reconocido. En el marco de la salud mental, Educació prevé implantar un programa de formación en competencias socioemocionales a infantil y primaria que ya se llevó a cabo el curso pasado a la ESO. También habrá un plano piloto en 24 centros para identificar los discursos de odio y promover los derechos humanos.

pantalles pantalla tauleta tablet aula escola classe alumnes europa press
El Departament d'Educació de Niubó aposta per reduir les pantalles a les aules / Europa press

Maestros y profesores amenazan con una huelga

Otro reto —viejo conocido— del nuevo curso es que presumiblemente estará marcado de nuevo por la conflictividad laboral entre los maestros y profesores de la pública, que reclaman todavía recuperar el poder adquisitivo perdido con los recortes posteriores a la crisis del 2008 y piden más recursos para la escuela inclusiva y bajar ratios. También denuncian las "malas praxis" que consideran que propicia el decreto de plantillas, por el poder que otorga a las direcciones de los centros para elegir al personal "a dedo". Así lo ha reiterado este jueves la dirigente del sindicato USTEC·STEs, Iolanda Segura, a quien ha avisado de que ya preparan huelgas para cuando el curso esté más avanzado y que durante este primer trimestre irán haciendo músculo y tejiendo unidad con otros sindicatos para que tenga éxito. El martes pasado USTEC se reunió con Niubó para pedir un aumento retributivo del 25% y una reducción de la carga de trabajo burocrático —los docentes lamentan que llenar centenares de cuadrículas de Excel los saca mucho tiempo que no pueden dedicar a preparar clases y, por eso, van de cabeza y todo ello va en detrimento de la educación de los alumnos—, en lo cual la consellera les reiteró una vez más de lo que hay presupuestos de la Generalitat. "Si no hay ningún paso adelante, tendremos que pasar a la acción", avisó Segura a su vez.

La intención del Departament de Niubó es "mejorar" las condiciones del profesorado, dando respuesta a sus reclamaciones. A partir de este lunes, se instauran los nombramientos diarios de docentes para "agilizar las sustituciones y minimizar la afectación al alumnado". Por eso, habrá una aplicación para ver los nombramientos y "ya no tendrán que estar pendientes del correo", ha explicado la consellera esta semana. De momento, la aplicación se pondrá en marcha en Barcelona, Lleida y Terres de l'Ebre. Además, desde Educació también han explicado que a partir del 7 de marzo del próximo año se abrirá una nueva convocatoria de oposiciones para docentes para "estabilizar" más personal interino del sistema educativo —después de las estabilizaciones masivas que se han hecho estos años. La consellera también se ha comprometido a convocar un concurso traslado autonómico, que no se convoca desde 2004, y que se producirá cada dos años. Las condiciones laborales de los interinos son un punto caliente del sistema educativo catalán. De hecho, este verano ha sido marcado por la polémica paralización de la adjudicación de plazas de maestros y profesores para este próximo curso con motivo de una irregularidad con las plazas perfiladas, lo que propició que 57.000 docentes quedasen con el corazón en un puño y sin saber a donde tenían que ir a trabajar en septiembre hasta que días después se repitió el proceso. La consellera lo atribuyó a una decisión "unilateral" incumpliendo la normativa del subdirector general de Plantillas, a quien destituyó, si bien Niubó tuvo que dar explicaciones ante el Parlament.

Pendientes de los tribunales por el 25% de castellano

Finalmente, el otro debate caliente en las aulas de Catalunya, con retruco político, es el blindaje o no de la inmersión lingüística, con el catalán como lengua vehicular, a raíz de la polémica sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para obligar a una docena de centros a impartir un 25% de las clases en castellano después de la denuncia de unas familias. Este mismo jueves el TSJ de las Illes Balears tumbó una iniciativa similar allí que quería extender este 25% de castellano a nivel general. Aquí la cuestión está en un limbo políticojudicial, dado que con la sentencia se ha topado con la oposición primero del Govern de Pere Aragonès, que impulsó en 2022 con buena parte de la oposición una ley para eliminar porcentaje y reforzar el catalán en las aulas, y con una postura más tibia hacia los jueces del de Salvador Illa, si bien el actual Ejecutivo defiende la inmersión lingüística y el Pacte Nacional per la Llengua que ha impulsado este 2025 incluye la protección del catalán en la educación. Niubó ya lo afianzó en su primera comparecencia en acceder al cargo, en la que aseveró que el catalán es el "eje central" del sistema, dando margen a la flexibilidad en función del "contexto sociolingüístico" de cada centro.

Al formar Govern el año pasado, el president Illa dio una carta personalizada a todos sus consellers y a Esther Niubó le encomendaba "recuperar la confianza en el sistema educativo" y trabajar "el diálogo y el consenso con los docentes". Illa también señaló que Catalunya no se puede permitir un sistema educativo "con unos malos resultados en los aprendizajes y con un elevado abandono escolar prematuro". Al tomar posesión, Niubó aseguró que asumía el cargo "consciente de los retos" y explicitó su intención "de escuchar a todo el mundo" y buscar la "complicidad" de la comunidad educativa. No solo empieza el nuevo curso escolar para 1,6 millones de alumnos en Catalunya, sino que también es el segundo curso político del Ejecutivo catalán para andar en la dirección trazada.