Alrededor de dos de cada tres mujeres en Catalunya, el 67,3%, ha admitido haber sufrido algún tipo de violencia sexual a lo largo de la vida y el 15,5% en el último año. Así se desprende de la Enquesta de violències sexuals a Catalunya 2024, basada en 8.621 entrevistas. Sin embargo, solo el 6% de las afectadas ha denunciado las agresiones sufridas. La consellera de Interior, Núria Parlon, ha asegurado este miércoles en la presentación del informe que los datos evidencian el carácter "estructural y continuo" de la problemática.
Según la encuesta, el 80,4% de las mujeres que la sufrieron el último año vivieron dos o más episodios, y casi un 10% ha asegurado que los hechos han sido continuados en el tiempo. Además, el trabajo ha constatado un aumento notable de la violencia digital: una de cada cuatro mujeres asegura haber sido víctima desde los 15 años. "La violencia sexual es persistente y condiciona la vida y la percepción de seguridad de la mayoría de mujeres", ha aseverado Parlon.
La franja de edad más vulnerable es la de las jóvenes de entre 16 y 24 años, de las cuales un 45,6%, casi la mitad, ha reconocido haber sufrido violencia sexual. La prevalencia disminuye progresivamente con la edad y se mantiene este patrón en todas las tipologías. En cuanto a las formas de violencia sexual, aquellas que no implican acceso corporal han continuado siendo las más frecuentes. El trabajo ha mostrado que el 62% de las mujeres victimizadas desde los 15 años ha sufrido alguna, mientras que el 49,9% ha vivido situaciones con acceso corporal.
En el ámbito de las violencias sin contacto físico, las digitales han experimentado un crecimiento notable en la edición de este año de la encuesta: una de cada cuatro mujeres, el 24,8%, ha dicho haber vivido alguna desde los 15 años. Estos episodios incluyen la difusión de imágenes o vídeos íntimos o comentarios ofensivos en línea. “Son una nueva cara de un viejo problema”, ha valorado la responsable de Interior que ha añadido que “la violencia machista es una energía negativa que no se destruye, sino que se transforma”, y que en la era digital “tiene una penetración también en la realidad y en la vida de las mujeres”.
El 44% ha sido por personas de su entorno: sobre todo parejas o exparejas
De acuerdo con la encuesta, una parte significativa de las violencias sexuales tiene lugar en el ámbito de la pareja o expareja. El 43,5% de las mujeres que han vivido violencia sexual desde los 15 años y el 30,9% de las que lo han hecho el último año han situado al agresor en este entorno. Además, tres de cada cuatro mujeres que han sufrido violencias dentro de la pareja lo han hecho por parte de la pareja del momento. Las formas digitales adquieren especial relevancia después de las rupturas: el 14,2% de las víctimas de exparejas ha afirmado haber recibido amenazas de difundir imágenes íntimas y el 11,2% ha dicho haber sufrido comentarios ofensivos en línea.
Las violencias sexuales fuera de la pareja se dan tanto con personas desconocidas como con personas conocidas. Entre las víctimas del último año, el 54,9% ha señalado agresores conocidos y el 66,2% desconocidos. Cuando se trata de agresores conocidos, predominan las violencias sin acceso corporal, sobre todo comentarios ofensivos o el envío de imágenes no solicitadas. En cambio, con desconocidos crece el peso de las violencias digitales y también de los tocamientos, acercamientos y seguimientos.
Romper el "silencio estadístico"
Otro de los problemas que la encuesta ha puesto sobre la mesa es lo que han denominado “silencio estadístico”, es decir, la baja cifra de agredidas que deciden interponer una denuncia formal. Solo el 2% de los casos con acceso corporal han llegado a denunciarse, y el índice general de denuncia para hechos considerados delictivos se ha situado alrededor del 6%. La jefa del Gabinete de Seguridad y Políticas Transversales, Alba Alfageme, ha explicado que el vínculo con el agresor condiciona fuertemente esta percepción delictiva: el 55,5% de los hechos cometidos por desconocidos se consideran delictivos, frente al 37,2% cuando el autor es conocido y de un escaso 11,7% cuando se trata de la pareja actual. Otras variables que pueden influir en este silencio están relacionadas con "la normalización social de determinadas conductas, el miedo a no ser creídas, la vergüenza, el bloqueo emocional y, a menudo también, la percepción de que el proceso de denuncia será demasiado largo e incluso doloroso".
Para Parlon, “este silencio estadístico refuerza la idea de que es necesario incidir con mayor intensidad para hacer aflorar estas voces”. Ha reconocido que se han dado pasos importantes para generar entornos de confianza que faciliten la denuncia, pero ha dicho que “todavía queda mucho trabajo por hacer” y ha remarcado que el compromiso de Interior es reforzar los protocolos y evitar la revictimización de las mujeres: “Tenemos la certeza de que solo si las mujeres se sienten protegidas, legitimadas y bien acompañadas podrán romper este silencio que la encuesta nos deja ver y al que debemos prestar mucha atención”, ha valorado.
Un informe a partir de ahora bianual
Interior trabaja con la voluntad de que la encuesta ayude en el futuro a monitorizar el impacto de estas violencias en sus diferentes expresiones. Parlon ha considerado que “es básico disponer de una información más continuada” y ha anunciado que este trabajo pasará a hacerse cada dos años, en lugar de cada cinco como hasta ahora. “De esta manera tendremos más información, más datos y más vuelco de situaciones”, ha apuntado la consellera. Asimismo, ha avanzado que se incorporarán testimonios de violencias vividas antes de los 15 años y la percepción de los hombres sobre este tipo de episodios.