Cerca de un 4% de las ensaladas de bolsa de supermercado presentan Toxoplasma gondii, el parásito que causa la infección por toxoplasmosis. Esto quiere decir que una de cada 25 bolsas contiene dicho microorganismo, que es un viejo conocido de los pacientes con inmunodeficiencia y, sobre todo, de las mujeres embarazadas, por los daños que puede causar al feto. Esta es la conclusión de un estudio financiado por la Unión Europea y publicado este junio en Eurosurveillance, la revista del Centro Europeo para el Control de Enfermedades.

La investigación aporta evidencias de la "contaminación" presente en las ensaladas de bolsa que se consumen habitualmente y señala el "riesgo potencial" para los consumidores. En la mayoría de personas, esta infección causa cuadros leves o directamente asintomáticos, pero en el caso de las mujeres embarazadas supone un riesgo de que se transmita al feto, causándole secuelas que pueden ser severas —desde daños oculares a neurológicos—. También pueden aparecer cuadros de gravedad en personas infectadas por el VIH sin tratamiento antirretroviral.

La vía de transmisión más común es el contacto con animales, sobre todo con gatos —especialmente si tienden a salir de casa y volver—. Por ello, la recomendación médica para las embarazadas es no entrar en contacto con heces de gato. También puede haber infección por comer alimentos sin ser lavados adecuadamente o si están crudos, lo que habitualmente significa que a las embarazadas el médico les quita la carne cruda o poco hecha y los embutidos.

Para el estudio, se han analizado bolsas de ensalada de una decena de países —Alemania, Dinamarca, España, Francia, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido y República Checa—. En suma, la muestra del análisis la han conformado unas 3.300 bolsas de ensalada de supermercado de varios tipos, tanto de hojas de lechuga, como brotes, mezclas y todo tipo de productos derivados. Donde más se ha advertido la presencia de este parásito ha sido en Reino Unido, donde estaba en el 16% de las bolsas. Lejos del 0% y el 0,5% de República Checa y Noruega, respectivamente, que presentan las cifras más bajas. La media europea ha sido de un 4% de las bolsas, la misma cifra que ha presentado en estudio de España.

¿Puede el lavado industrial desactivar al parásito?

Con todo, el autor español del estudio, Rafael Calero-Bernal, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, señala que no queda claro si los ooquistes de Toxoplasma gondii presentes en las bolsas analizadas tienen capacidad de infección o si, por el contrario, han quedado "inactivados" por el lavado por el que pasa este alimento en el proceso de producción. En declaraciones a El País, el científico apunta que no está demostrado que el proceso industrial por el que pasa la ensalada sea capaz de "eliminar o inactivar" el parásito. Calero-Bernal, además, señala que un solo ooquiste ya puede causar infección en una persona. El investigador señala al citado diario que existen otros tipos de protozoos que tienen una alta capacidad de supervivencia; como el que causa la criptosporidiosis, que puede aguantar a un proceso de potabilización de agua. 

Desde la empresa líder del sector de las ensaladas de bolsa, Florette, que cuenta en España con seis centros de producción, sostienen en declaraciones a El País que el riesgo de contaminación en este tipo de productos es "mucho menor" que en el caso de los productos frescos, "que no son sometidos a ningún tipo de lavado". "Todos nuestros vegetales son sometidos a un lavado industrial en el que se controla el tiempo de lavado, burbujeo, inmersión, higienización en condiciones controladas y el aclarado final", añaden desde la empresa productora. En todo caso, los médicos siempre recomiendan a las embarazadas lavar bien todos los alimentos crudos que vayan a consumir.