El nuevo conseller de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat, David Mascort, que sustituyó a Teresa Jordà en el cargo hace unas semanas, ha asegurado que el precio del agua subirá próximamente, a consecuencia de las sequías. Mascort afirma que los planes previstos para hacer frente a las sequías futuras necesitarán "una gran inversión" y que, en consecuencia, los ciudadanos tendrán que pagar más; ya sea de forma directa, con el cánon o las tasas municipales, o indirecta, a través de los impuestos. "Es de sentido común", ha concluido Mascort en una entrevista en El Periódico publicada este viernes.
Mascort, hasta hace poco número dos de Jordà y ahora al frente de la cancellería, ha señalado que ahora mismo se ve la sequía que sufre Catalunya desde hace más de dos años como una cosa "coyuntural", pero que "todo apunta que en las próximas décadas será un problema estructural", es decir, con el que se tendrá que aprender a convivir, porque ha llegado para quedarse. Ante esta condición, el conseller de Acció Climàtica afirma que el Gobierno invertirá 2.400 millones desde ahora hasta el 2027 para implementar medidas que "optimicen la gestión del agua". El objetivo, asegura Mascort, es que para 2030, cuando se espera que los volúmenes de lluvia disminuyan un 15% con respecto a los actuales, se pueda hacer lo mismo, "pero consumiendo menos agua".
A pesar de la grave sequía que sufre Catalunya, con embalses prácticamente vacíos, muchos cultivos colgando de un hilo y el campesinado en pie de guerra, el conseller asegura que desde la sequía de 2008, muy similar a la actual, "se han hecho los deberes". Según Mascort, prueba de eso es que "si no fuera así, ya habríamos entrado en situación de excepcionalidad". El conseller también ha sacado pecho del trabajo con el aumento del trabajo de las desalinizadoras para potabilizar agua y las restricciones al consumo en ciudades y la industria.
Reclama más competencias
El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, ha aprovechado para reclamar más competencias con la gestión del agua, ya que las cuencas hidrográficas dependen del gobierno del Estado. "Como independentista, defiendo que todas las competencias que afectan a mi país tienen que estar aquí", ha afirmado Mascort, que ha señalado especialmente la importancia de tener poder sobre las cuencas del Ebro y del Segre.

"No lo podemos solucionar en dos días"
Preguntado sobre el grave problema medioambiental que tiene Catalunya con la contaminación de las aguas freáticas por las filtraciones de purines de las macrogranjas, Mascort asegura que es un problema que se remonta a "hace más de cincuenta años" y que, por lo tanto, "no lo podemos solucionar en dos días". El conseller afirma que se tiene que dejar de ver las emisiones de las granjas "como un residuo" y se tienen que ver "como un recurso", y que la intención es ayudar al campesinado a montar "pequeñas centrales de biogás", para aprovechar estas eyecciones. Mascort considera que el futuro del sector ganadero tiene que pasar inevitablemente por la sostenibilidad, "una exigencia de cara a las exportaciones".