Un 90% de estudiantes universitarios utiliza la inteligencia artificial (IA) para estudiar. Además, casi cuatro de cada diez asegura que la utiliza cada día. Por su parte, la mayoría de profesores universitarios admite que recurren a la IA para crear contenido y confirman que los alumnos incluyen respuestas generadas con esta tecnología en los exámenes. Esta es una de las conclusiones del estudio Uso y percepción de la IA en el ámbito universitario, impulsado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD). El informe se basa en dos encuestas que han recogido respuestas de cerca de mil estudiantes de 12 universidades públicas y 8 privadas, representando el 24% y el 27% de este tipo de centros respectivamente. La gran mayoría de los encuestados (un 88%) provienen de universidades públicas y tienen entre 18 y 33 años.
Las herramientas de inteligencia artificial más utilizadas por los estudiantes son ChatGPT, Gemine y DeepSeek. Además, casi la mitad utiliza generadores de presentaciones o imágenes, y un tercio recurre a herramientas para analizar datos. Un 63% de los estudiantes aseguran que utilizan la IA para resolver dudas o problemas concretos, la mitad la utiliza para buscar información, hacer investigación o redactar trabajos, un 40% lo aplica a la organización y planificación académica, y un 37% para crear contenidos audiovisuales.
Dudas sobre las implicaciones éticas
Una gran mayoría del alumnado considera que la IA ha tenido un impacto claramente positivo en su rendimiento académico. Sin embargo, la mitad expresa dudas sobre las implicaciones éticas de su uso. Con respecto al profesorado, también hay preocupación. Algunos docentes han detectado respuestas generadas con IA en exámenes y aseguran que muchos alumnos prefieren utilizar estas herramientas antes que consultar los textos recomendados. Entre los riesgos que identifican, destacan la pérdida de capacidad crítica, la reducción del esfuerzo personal y un posible aprendizaje sesgado. Un 80% de los estudiantes también muestra preocupación por la seguridad y la privacidad.
Las universidades utilizan la IA sobre todo para generar contenidos y dar apoyo a la investigación. Sin embargo, menos de la mitad la aplica a tareas de evaluación, elaboración de bibliografías o resúmenes, y solo de forma limitada en tutorías. Aunque muchos alumnos creen que sus centros no promueven el uso de esta tecnología (un 40% lo considera así), la mitad de las universidades han optado por formar al profesorado mediante la externalización de servicios con expertos en IA. No obstante, la colaboración con empresas tecnológicas sigue siendo baja: solo un tercio de los centros ha recibido formación específica o acceso gratuito a licencias.
Según Ángela Mediavilla, responsable del área técnica de la Fundación CYD, "es necesario establecer una colaboración más estrecha entre las universidades y las empresas tecnológicas para aprovechar todo el potencial de la IA". La mayor parte de los centros considera que esta tecnología puede facilitar una docencia más personalizada, y más de la mitad defiende que la universidad tendría que asumir un papel clave en la formación en IA, a pesar de las barreras económicas que todavía persisten.