El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este miércoles una nueva edición de su "barómetro sanitario", donde recoge la opinión de los ciudadanos sobre diversos temas que afectan al sistema sanitario del estado. Este revela datos interesantes, como el hecho de que solo un 15% de los ciudadanos cree que el sistema sanitario funciona "bastante bien", mientras que el resto considera que necesita cambios, en menor o mayor medida, aunque, en líneas generales, a la hora de valorar su satisfacción del 1 al 10, la mayoría lo aprueba, con el "7" como nota más habitual. Ahora bien, buena parte de las preguntas también revelan la opinión de la ciudadanía sobre los seguros privados, en un momento en que la sanidad pública se aboca al abismo. En Catalunya, el gran aumento de población que se ha registrado en los últimos años y el hecho de que el sistema no se haya redimensionado para poder asumir los centenares de miles de nuevos pacientes, han provocado muchas quejas tanto de los usuarios como de los propios trabajadores.
En este sentido, ante la pregunta "¿si tuviera que emplear un servicio sanitario para usted u otra persona de su hogar", ¿elegiría un centro privado o público?", tanto en consultas de médicos de cabecera o pediatras, especialistas, ingreso en un hospital o urgencias, la opción preferida es un centro público por delante de un centro privado. La diferencia más acusada se da en el caso de un ingreso hospitalario: un 72,8% apuestan por la sanidad pública, frente al 25,2% que optaría por un centro privado. Por otra parte, según los datos del barómetro, el 61,4% de los españoles con seguro médico privado cree que en caso de sufrir un problema de salud grave recibiría un mejor tratamiento en la sanidad pública. De los encuestados, un 94,7% ha afirmado estar asegurado en la sanidad pública, mientras que un 36,3 lo está en una mutualidad de funcionarios o seguro privado.
Listas de espera
En este barómetro, donde queda reflejado que un 25,8% de los encuestados consideran que su estado de salud es "regular", un 5,6% "malo" y un 1,7% "muy malo", con la mitad de la población asegurando que tiene una enfermedad o problema de salud crónico, también se recoge la opinión de la ciudadanía sobre las listas de espera. Esta es una de las grandes quejas sociales sobre el sistema sanitario y un gran dolor de cabeza para las administraciones, ya que su reducción se ha convertido en un reto gigantesco. En este sentido, un porcentaje muy bajo de gente (8,9%) considera que el problema ha mejorado, por un 37% que cree que ha ido a peor y un 46,1% que sigue igual. Preguntados por si en la última consulta al médico de cabecera de la sanidad pública tuvieron que esperar más de una hora hasta que no le atendieron, un 21,6% ha contestado afirmativamente, mientras que hasta un 78,1% lo ha negado.