Este 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, el tumor más común a escala mundial, con más de dos millones de casos nuevos cada año. En España, por ejemplo, se diagnosticaron más de 36.000 casos nuevos en 2024, y la cifra alcanzó los 5.439 casos de cáncer de mama en Catalunya, un centenar más que en 2023, según datos del departament de Salut difundidos, coincidiendo con la efeméride. Estos casos representan el 29% de todos los tumores diagnosticados en mujeres, y cerca del 80% afectan a mujeres mayores de 50 años. La supervivencia de las pacientes se mantiene también en los mismos niveles, y roza el 90% de los casos después de cinco años del diagnóstico, y el 84% después de diez años. El año pasado murieron por cáncer de mama en Cataluña 1.080 mujeres. Aunque la supervivencia sea de este 90%, la detección precoz sigue siendo clave para luchar contra esta enfermedad, por eso preocupan e indignan los escándalos por los errores en el cribado como los que se han producido en Andalucía o en Valencia, que marcan esta jornada señalada en el calendario para sensibilizar sobre la enfermedad y situar los principales retos. La crisis ha causado mucha alarma e indignación entre las mujeres que confiaron en un sistema que las ha fallado. Y la pregunta que se hacen muchas mujeres es si esto puede pasar también en Cataluña.
"La crisis en Andalucía sirve para mejorar"
En Andalucía, un grave error en el sistema de cribado del cáncer de mama gestionado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) afectó a unas 2.000 mujeres que se sometieron a mamografías en los últimos años y que no fueron informadas sobre resultados dudosos que requerían seguimiento o pruebas adicionales, lo que provocó retrasos importantes en sus diagnósticos y tratamientos, en algunos casos incluso con años de demora. En la Comunidad Valenciana, en el año 2024, la Consejería de Sanidad valenciana no invitó a unas 90.000 mujeres a participar en el programa de cribado, lo que supone solo un 79,1% de las 431.663 mujeres que debían ser llamadas. Esto derivó en una disminución de más de 12.000 mamografías realizadas respecto al año anterior, siendo la cifra más baja desde la pandemia. Estos casos han hecho extremar el cuidado en los departamentos de salud de las comunidades autónomas. “Es importante que una crisis como esta, haya pasado en Andalucía o en cualquier otro lugar, sirva para mejorar y detectar puntos débiles para que esto no pueda pasar en cualquier otro circuito”, afirma Sònia Pernas, jefa de la Unidad de Cáncer de Mama en el ICO l’Hospitalet, en una entrevista a la ACN. De hecho, el Departamento de Salud ha indicado que los resultados de las mamografías que se hagan en el marco de los cribados se publicarán también en la aplicación La Meva Salut en los próximos meses, una medida que, se entiende, es para reforzar la comunicación.
Una enfermedad de alta prevalencia
La preocupación por el cáncer de mama es cada vez más alta en nuestra sociedad, porque las estadísticas demuestran la alta prevalencia de esta enfermedad, que se ha convertido en una lotería a la que juega cualquier mujer. Se estima que aproximadamente una de cada ocho mujeres sufrirá un cáncer de mama a lo largo de su vida. La mortalidad en España en 2024 fue de aproximadamente 6.600 mujeres, y se prevé que se producirán más de 37.000 casos en toda España en 2025, con un aumento del 10% respecto a los últimos años. La incidencia del cáncer de mama continúa aumentando, y se espera que en el año 2050 la cifra supere los 350.000 casos en el Estado español, reflejando una tendencia global. Afortunadamente, las tasas de supervivencia en 2025 están en torno al 90% y van en descenso gracias a los programas de cribado y a las mejoras terapéuticas.
Las mamografías son la mejor herramienta de detección
La doctora Pernas confirma que hoy en día las mamografías son “la mejor técnica hasta ahora para detectar el máximo de casos posibles sin ser una prueba invasiva” y reconoce, sin embargo, que ningún sistema está exento de errores o de mejoras. La jefa de la Unidad de Cáncer de Mama en el ICO l’Hospitalet considera que el cribado en Cataluña es uno de los que funciona mejor, pero que hay que “vigilar cualquier error”. En cuanto a la facilidad para acceder al sistema sanitario, Pernas afirma que el circuito de diagnóstico rápido, cuando una mujer consulta al notar una anomalía en el pecho, funciona, así como la comunicación con los médicos de familia o ginecólogos que hacen el seguimiento de una paciente que ya ha recibido el alta para controlar que no haya una eventual recaída.
¿Cómo funciona el programa de detección precoz en Catalunya?
El cribado del cáncer de mama es una de las principales estrategias para detectar de forma precoz la enfermedad, cuando suele tener un mejor pronóstico y más posibilidades de curación, y es una política sanitaria que contribuye a incrementar la supervivencia de las mujeres que la padecen. En el caso de Cataluña, todas las mujeres de entre 50 y 69 años reciben una invitación por carta cada dos años para hacerse una mamografía en el marco de este cribado. Si el resultado de la mamografía es normal, se informa a la mujer por carta en la que se incluye el resultado y la recomendación de una nueva citación 2 años después si no ha superado la edad de los 70 años.
La mayoría de las pruebas muestran que no hay ninguna anomalía en el pecho o bien la lesión es benigna, ya que se trata de un cribado poblacional, es decir, a mujeres sanas, sin síntomas. Si una mujer nota cualquier anomalía en la mama, se le recomienda que consulte con el médico de referencia. Si es necesario hacer estudios complementarios para estudiar con más detalle una alteración detectada en la mamografía, se informa a la mujer desde el Programa y se cita para hacer las pruebas. En un pequeño porcentaje de casos, la recomendación es hacer un control avanzado a los 6/12 o 18 meses para mayor seguridad. En este caso, también se informa a la mujer por carta y se volverá a citar a hacerse el control de manera automática.
¿Qué dicen los datos?
Según los últimos datos consolidados del Programa de detección precoz de cáncer de mama de Cataluña, en el año 2023 se invitó a 443.608 mujeres de 50 a 69 años a hacerse una mamografía. De estas, 292.881 (un 66%) se hicieron la mamografía. Esto permitió detectar 1.465 cánceres de mama. En 2024 se diagnosticaron un total de 5.439 casos, y de estos casi un 79% (4.283), en mujeres mayores de 50 años. Más en concreto, la mitad de los casos diagnosticados el año pasado fueron en mujeres de entre 50 y 69 años.
La ampliación del programa, en estudio
Ahora, está sobre la mesa la ampliación del cribado a más edades. La Unión Europea propone ampliarlo a los 45 y a los 74 años y el Departamento de Salud lo está estudiando, pero hasta ahora no ha habido ninguna concreción. Los oncólogos puntualizan que hacer esta ampliación no es una decisión menor porque harán falta más radiólogos, administrativos y otros recursos y que se debe encontrar la mejor manera para desplegarla, como hacerlo de forma progresiva. Esta recomendación europea responde a la realidad actual del cáncer de mama: los casos han aumentado en mujeres jóvenes, aunque los grupos de edad con más incidencia siguen siendo a partir de los 50, y, por otro lado, la población cada vez vive más años.