La apnea del sueño es un trastorno por el cual una persona, cuando duerme, sufre episodios de interrupción del sueño de forma continua de los que no tiene por qué ser consciente. A veces puede durar segundos y otras minutos, pero lo que está claro es que priva al cuerpo del oxígeno que necesita y puede provocar complicaciones para la salud.

Afecta al 25% de la población adulta aproximadamente, sobre todo a los hombres. Pero un nuevo estudio acaba de alertar acerca del peligro para la salud de las mujeres que la padecen. La investigación, publicada en el European Respiratory Journal, concluye que las tasas de cáncer son más altas entre las mujeres con síntomas pronunciados de apnea.

Mujer durmiendo

Para llevar a cabo el trabajo, los expertos miembros de un equipo internacional de varias universidades europeas analizaron los datos de 20.000 adultos con apnea del sueño provenientes de la Base de Datos Europea de Apnea del Sueño (ESADA), que tiene registros médicos y de visitas de adultos registrados en 33 centros en toda Europa. Alrededor del 2% de los participantes también tenía un diagnóstico de cáncer en su historial médico.

Ya se conocía que la combinación de bajo nivel de oxígeno e interrupción del sueño podía dar lugar a diferentes patologías, como la hipertensión arterial, las enfermedades cardíacas, los problemas de memoria y los trastornos del estado de ánimo. 

En esta ocasión, los científicos participantes en el estudio han propuesto varias teorías para explicar el vínculo entre la apnea y el cáncer. Una de ellas se explica porque comparten factores de riesgo comunes como la edad y la obesidad.  Otra hace referencia a la hipoxia intermitente, una afección por la cual el cuerpo no recibe suficiente oxígeno.  Esto podría implicar cambios en el desarrollo de los vasos sanguíneos, la función inmune y el entorno tisular de los tumores. 

Científico

Lo cierto es que es que por ahora existen pocos estudios que analicen el vínculo entre la apnea y el cáncer, y menos aún si está segregado por sexos. Los científicos analizaron otras variables también, como la edad avanzada, el índice de masa corporal (IMC), el consumo de alcohol y el tabaquismo. Pero sin duda, lo más destacable es la relación entre la falta nocturna de oxígeno y las tasas más altas de cáncer. Los resultados concluyen que el riesgo de desarrollo de esta enfermedad es de dos a tres veces mayor en mujeres con síntomas graves de apnea del sueño que en hombres

De momento, los expertos se han centrado en la relación entre la apnea y el melanoma maligno, pero en vista de los hallazgos producidos, esperan obtener más datos de otros tipos de cáncer, como el de mama o de útero y ovario.  Quieren investigar si la combinación de hormonas sexuales femeninas y el estrés que surge de la hipoxia nocturna en la apnea puede desencadenar el inicio del cáncer o reducir las defensas inmunes del cuerpo. Estas cuestiones serán objeto de estudio por parte de los expertos en los próximos meses.