Hemos dejado atrás las fases del desconfinamiento por el coronavirus y hemos entrado en la fase de reanudación. El virus pero no ha desaparecido. Y nadie descarta ni una segunda oleada de contagios ni confinamientos. "Las perspectivas de futuro es que dada la baja inmunidad de la población, la previsión de que pueda haber una segunda oleada es alta", explica la jefa de medicina preventiva y epidemiología de la Vall d'Hebron, Magda Campins, en conversación con ElNacional.cat. "Si se comporta como el resto de virus, cuándo vuelva a hacer frío y el ambiente sea seco, facilitará su replicación y transmisión" y por lo tanto, podríamos tener este segundo rebrote.
A pesar de todo, "se espera que este segundo rebrote no tenga la misma intensidad porque estamos más preparados y sabemos una serie de cosas que no sabíamos o que no esperábamos que pasaran".
Campins subraya que ahora ha augmentado la capacidad para hacer pruebas PCR y la Atención Primaria puede hacer frotis para detectar posibles casos. "El hecho de que se puedan detectar los contactos, tendría que permitir saber cuándo el virus circula". "Al principio llegamos tarde porque no lo detectamos a tiempo. Con los recursos de ahora esperamos poder detectarlo a tiempo". Aunque será difícil evitar todos los contagios, lo que sí que se espera esquivar es la presión asistencial que han tenido los centros hospitalarios en esta primera oleada.
"Lo que más ha tensionado el sistema han sido las camas de UCI"
La epidemióloga pone énfasis en el hecho de que "gran parte de la mortalidad se ha producido en personas que estaban en residencias". "Las residencias son un punto crítico y hay que tomar medidas de protección. Eso obliga a detectar casos desde el inicio". Precisamente por eso, destaca que "es muy importante hacer PCR y hacer un cribado universal de residentes y cuidadores para poder detectar los casos de manera precoz y aislarlos para evitar la transmisión".
Los centros hospitalarios, sin embargo, ya se preparan por una posible segunda oleada. "Lo que más ha tensionado el sistema han sido las camas de UCI". Campins insiste en que la capacidad se ha multiplicado por cinco en algunos casos. "De las UCI de emergencia que hemos construido, hemos dejado dos espacios habilitados por si hubiera una segunda oleada y fueran necesarios". Además, también está habiendo un aprovisionamiento de material de protección y EPI.
¿Cómo tendría que ser un segundo confinamiento?
Algunos expertos empiezan a hablar de que en el caso hipotético que se tuviera que hacer un confinamiento no sería como el que se ha vivido estos meses. "Si no es que se produjera una situación como la que hemos sufrido, que obliga a hacer un confinamiento duro y a pararlo todo, lo que se tendrá que ir haciendo son confinamientos por grupos mientras duren estos virus".
También abre la puerta a la posibilidad de hacerlo por zonas geográficas si es que se detecta un brote en un área determinada. Así, pone de ejemplo el caso de la Conca de Òdena. "Nos tendremos que ir acostumbrando a hacer confinamientos parciales".
¿Es seguro ir a los bares y restaurantes?
"Ahora que estamos en época de buen tiempo, hay que priorizar espacios exteriores que es donde corre el aire y hay menos riesgo de transmisión", resalta. E insiste en que es también donde es más fácil mantener la distancia de seguridad. En un restaurante nos sacamos la mascarilla mientras comemos y es de hecho por este motivo que se insiste en la distancia de seguridad. "A pesar de compartir mesa con un asintomático, el virus se quedaría en esta mesa y no llegaría a las del lado. Evitaríamos brotes importantes de diseminación en todo el local".
Otro aspecto que ha generado polémica han sido los aires acondicionados. En este sentido, la médico destaca que "no hay pruebas, ni evidencias científicas" que sea un transmisor del virus. Ahora bien, "se recomienda que el aire no recircule, ni vaya de unas salas a las otras ni coja el aire de dentro del local", comenta.
¿El turismo podría traer nuevos contagios?
Campins explica que hay que buscar un equilibrio. "El turismo europeo que vendrá, procederá de lugares que están igual que nosotros o incluso un poco mejor. Estos turistas tienen más riesgo de contagio aquí que de importar el virus". Por otra parte, sin embargo, insiste en que "es importante que se controlen los turistas que vienen y que se haga un buen seguimiento".
¿Playas llenas y un posible relajamiento?
Hace unos días podíamos ver imágenes de las playas de Barcelona llenas. "No estamos sorprendidos de ver estas imágenes pero sí que nos genera preocupación", dice. "Una persona joven que no tiene percepción de riesgo se olvida rápido de lo que ha pasado si no lo ha vivido. Pero también vemos a muchas personas mayores sin mascarilla, o grupos de gente parados y hablando sin respetar distancias", comenta.
Esta preocupación, "la vemos sobre todo los sanitarios y gente que ha sufrido el coronavirus de cerca". Y remarca que "habría que insistir más en la responsabilidad de cada uno".
¿Qué hay que hacer a partir de ahora?
Para esta fase de reanudación, sin embargo, hay cuatro elementos básicos que los profesionales sanitarios no se cansan de repetir. "Distancia física, mascarilla en espacios cerrados y siempre que no se pueda garantizar la distancia de seguridad en exteriores, higiene de manos y quién no se encuentre bien, prueba de detección y que se quede en casa por prevención", concluye.
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