En el año 2020, hubo 1,41 millones de nuevos casos registrados de cáncer de próstata en el mundo según la OMS. Se trata de uno de los más comunes, junto con los de mama, pulmón y colon, aunque con una esperanza de vida mucho más alta.

Sin embargo, existen algunas variantes más peligrosas porque se vuelven resistentes al tratamiento. Ahora, un equipo de expertos australianos han identificado un nuevo mecanismo que ha descubierto cómo mutan este tipo de células cuando reciben la terapia para volverse resistentes a ella.

El estudio Post-transcriptional Gene Regulation by MicroRNA-194 Promotes Neuroendocrine Transdifferentiation in Prostate Cancer (La regulación génica postranscripcional por microARN-194 promueve la transdiferenciación neuroendocrina en el cáncer de próstata) ha sido publicado en la revista Cell Reports y supone un avance importante para desentrañar cómo se desarrolla un subtipo agresivo de cáncer de próstata, el cáncer de próstata neuroendocrino.

Algunos tipos de cáncer muestran una mayor plasticidad celular, que permite que las células cancerosas se adapten y sigan creciendo evolucionando hacia diferentes tipos de células que ya no responden a la terapia.

El cáncer de próstata neuroendocrino es el más agresivo de todos los de próstata

“El aumento de la plasticidad celular es una característica clave por la cual los cánceres de próstata se vuelven resistentes a la terapia y progresan a una etapa letal”, asegura Luke Selth, del Instituto de Investigación Médica y de Salud Flinders y uno de los autores del estudio.

“Nuestro trabajo revela que una molécula en particular, el microARN 'miR-194', puede mejorar esta plasticidad en el cáncer de próstata, lo que conlleva el desarrollo del cáncer de próstata neuroendocrino. Al apuntar al miR-194, pudimos ralentizar e inhibir el crecimiento de modelos de cáncer de próstata con características neuroendocrinas”.

Según el profesor Selth este trabajo “nos proporciona nuevos conocimientos importantes sobre cómo evolucionan los cánceres de próstata en respuesta a la terapia”.

Actualmente no existen tratamientos efectivos para el cáncer de próstata neuroendocrino, y se estima que hasta el 15% de los hombres pueden desarrollar este subtipo agresivo de cáncer de próstata después del tratamiento hormonal, un problema importante porque tienen una alta tasa de mortalidad.

El hecho de tener que encontrar otro regulador de la plasticidad de las células del cáncer de próstata que pueda promover la evolución de los tumores, pone también de manifiesto por qué este cáncer de próstata es tan difícil de curar.

“Esperamos que nuestro estudio y muchas otras investigaciones que se están llevando a cabo en todo el mundo conduzcan a formas más inteligentes y específicas de tratar el cáncer de próstata neuroendocrino o incluso prevenir su aparición”, asegura el profesor asociado Selth.