La nueva ley antitabaco que el Ministerio de Sanidad tiene entre manos está levantando mucha polvareda por varias razones. Y una de ellas es la prohibición de los vapeadores con sabores, un recurso que muchas personas han utilizado para dejar el tabaco convencional. Pues bien, un nuevo estudio, realizado por la agencia 40dB, se suma a la incomprensión que ha generado esta medida entre la comunidad de usuarios de vapeador, que ven este dispositivo como una alternativa al cigarrillo menos perjudicial para la salud.
Concretamente, el trabajo de campo, titulado 'Alternativas al tabaco convencional: percepción de los usuarios y opinión sobre la nueva regulación', destaca dos datos: casi un 50% de los usuarios de vapeador continuaría vapeando aunque se prohíban los sabores y hasta un 18% optaría por el contrabando. Con este nuevo estudio, se pone en tela de juicio, aún más, una regulación que ya despertaba muchas dudas.
Casi un 50% de usuarios de vapeador continuaria vapeando si se prohíben los aromas y un 18% optaría por el contrabando
En la encuesta han participado casi 3.000 adultos, incluidos 1.570 fumadores o usuarios de productos alternativos al tabaco convencional, como los cigarrillos electrónicos o vapeadores, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina, según ha detallado la fundadora y CEO de 40dB, Belén Barreiro, al exponer los datos del estudio en un acto en Madrid. Tras la presentación, se ha desarrollado un coloquio en el que también ha participado el portavoz de la Asociación Española de Usuarios de Vaporizadores Personales (Anesvap), Julio Ruades.
El estudio de opinión también saca conclusiones interesantes que conciernen a los consumidores de bolsas de nicotina. Frente a la limitación de 0,99 g de nicotina por bolsa que contempla Sanidad, un 23% declara que continuará consumiéndolas. Pero casi un 30% recurriría al contrabando para sortear esta restricción y un 30% fumaria más tabaco para compensar. Ante todos estos datos, convendría preguntarse por la idoneidad de todas estas medidas, ¿no crees?
Restringir el vapeo y las bolsas de nicotina no parece una prioridad para los españoles
Precisamente, la prohibición de los aromas y la reducción de la cantidad máxima de nicotina permitida en cada bolsita son los aspectos peor valorados de la nueva ley, que impone, además de estas, otras limitaciones a vapeadores y dispositivos para tabaco calentado. En cambio, prohibir su consumo a menores y permitir sin restricciones los nuevos productos, informando sobre sus riesgos, tienen el apoyo del 89% y el 84% los consumidores de productos alternativos al cigarrillo (vapeador, dispositivo para tabaco calentado y bolsita de nicotina)
Una de las voces más escuchadas del colectivo vapeador es Ruades, quien alerta de la voluntad del Ministerio de emprender “una lucha contra la industria tabaquera” que podría llevar al cierre a “miles de autónomos y pequeños empresarios”. Al mismo tiempo, recuerda que en la Unión Europea seis países se han opuesto a las medidas planteadas en el real decreto para restringir las alternativas al tabaco en España, donde “el Gobierno está siguiendo un criterio propio” con sus “políticas prohibicionistas”.
La nueva ley antitabaco puede crear un efecto indeseado, que haga crecer el mercado ilegal y el contrabando
En cualquier caso, el trabajo realizado por la agencia 40dB deja claro que, en estos momentos, la regulación sobre el vapeo no tendría que ser una de las prioridades del Ministerio de Sanidad. De hecho, según el citado estudio, el 84,4% cree que el Ministerio debería centrarse en mejorar los recursos de la atención primaria y reforzar la salud mental. Y ya para rizar el rizo: son mayoría quienes opinan que la legislación sobre el tabaco y el vapeo en España se debería plantear en coordinación con la Unión Europea (más del 45%) o, directamente, que no es necesario modificarla (13%).
Una puerta de salida del tabaquismo (todavía bastante desconocida)
En cuanto al consumo, la encuesta sugiere que productos como los dispositivos de vapeo, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina “son más una puerta de salida que una puerta de entrada” al tabaco convencional, según ha destacado Barreiro, líder de 40dB. La mayoría de quienes ahora consumen productos sin combustión, el 78%, antes fumaban y ya no fuman tabaco de combustión. Únicamente el 22% de quienes actualmente usan alguno de estos productos no habían consumido previamente tabaco de combustión. Además, entre los fumadores hay más consumidores habituales, a diferencia de los usuarios de productos alternativos, entre los cuales el consumo es menos intenso.
Los vapeadores, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina son una herramienta menos perjudicial para aquellas personas que quieren dejar el tabaco convencional
Sin embargo, según el trabajo de investigación de 40dB, las alternativas menos dañinas para la salud como los vapeadores aún no son muy conocidas en España, sobre todo entre las mujeres y las personas de 55 años y más. Entre la población general, solo el 60% ha oído hablar de los productos de vapeo con nicotina, y el conocimiento de las otras categorías es incluso inferior. Además, existe aún un amplio desconocimiento sobre los efectos para la salud de los nuevos productos. El 9% de los españoles reconocen no saber si son más o menos perjudiciales que el tabaco de combustión y un 14% no tienen claro su impacto en la salud.
La nueva ley antitabaco genera muchas dudas: ¿está bien pensada?
En conclusión, el estudio de 40dB evidencia que la nueva ley antitabaco promovida por el Ministerio de Sanidad no solo genera rechazo entre la población española, sino que también plantea serias dudas sobre su eficacia y oportunidad. Las restricciones, especialmente la prohibición de sabores en vapeadores y el límite a la nicotina en las bolsas, podrían tener efectos contraproducentes como el fomento del contrabando o el retorno al tabaco convencional.
Antes de actuar por las bravas, convendría evaluar con detenimiento la conveniencia y la idoneidad de las medidas de la nueva ley antitabaco
Además, la mayoría de los encuestados no considera que estas medidas sean una prioridad sanitaria, y muchos reclaman un enfoque más informado, coordinado a nivel europeo y basado en la evidencia científica. En lugar de avanzar hacia políticas prohibicionistas, tal vez sea momento de abrir un debate más amplio sobre cómo integrar de forma responsable estas nuevas herramientas en la lucha contra el tabaquismo.