Un gran incendio forestal en la Occitania avanza sin control y de forma virulenta desde este martes por la tarde, empujado por el fuerte viento de tramontana, y ya ha quemado unas 16.000 hectáreas del departamento de Aude, entre Carcasona y Narbona. Se han activado más de 1.800 bomberos para intentar apagar las llamas y se han tenido que evacuar los habitantes de una treintena de viviendas de Talançan y Sant Laurenç de la Cabrerissa, así como las personas que había en dos campings de la zona. A estas alturas la situación es crítica y se pide a todo el mundo que no se acerque a la zona ni que salga de sus viviendas. Hay un muerto, una mujer de 65 años que ha quedado atrapada en su casa, dos civiles heridos por quemaduras, uno de ellos en estado crítico, y siete bomberos también con lesiones. Además, se había dado a una persona por desaparecida, pero ha podido ser hallada sana y salva.
🔥 Ce sont désormais 10 000 hectares qui ont été parcourus par l'incendie de Ribaute dans l'Aude, alors que la situation est toujours hors de contrôle
— Association Prévention & Signalement Feux De Forêt (@asso_psfdf) Augusto 5, 2025
⚠️ Extrême prudence dans le secteur et restez informé via les canaux officiels pic.twitter.com/MjkaNYPIM9
Este miércoles por la mañana, el incendio continúa muy activo, según ha informado la prefectura de Aude, y las tareas de extinción de los Sapeurs-Pompiers seguirán siendo muy difíciles a raíz de las condiciones meteorológicas adversas, con un fuerte viento de tramontana con ráfagas superiores a los 60 km/h. Se espera que durante la tarde entre una brisa marina que pueda ayudar a frenar el avance de las llamas. Durante la noche se han tenido que suspender las rotaciones de los bomberos, que han reanudado el trabajo a las siete de la mañana con un importante despliegue por aire, con trece Canadairs, siete aviones Dash y un helicóptero bombardero.
Cerca de 2.000 bomberos, vecinos desalojados y carreteras cortadas
El fuego se declaró hacia las cuatro y cuarto de la tarde del martes y las llamas empezaron a avanzar a gran velocidad sin que se pudiera hacer nada para pararlo. Se activaron decenas de dotaciones terrestres, así como nuevo Canadairs, cinco aviones Dash y dos helicópteros, con más de un millar de efectivos. La zona se encontraba este martes en un alto riesgo de incendio y las fuertes rachas de tramontana hicieron que las llamas avanzaran sin control y de forma rápida, quemando todo lo que había a su paso. Se han tenido que evacuar dos campings y una treintena de viviendas para proteger a la población y se ha cortado la autopista A-9, la principal vía de entrada a Catalunya, donde continúa como la AP-7, dejando decenas de camiones parados en la vía. También se ha tenido que cortar la carretera D212 entre Ribauta y Fabresan y la D23 entre Sant Laurenç de la Cabrerissa y la Grasa, así como la D613 entre Talairan y Sant Laurenç de la Cabrerissa para facilitar la respuesta de emergencia.
Se ha ordenado a los vecinos de la zona que se queden cerrados en sus casas, ya que la gran nube de humo que se ha generado puede ser peligrosa. Además, el fuego está provocando cortes en los suministros, tanto de luz como de agua, según detalla L'Indépendant. Los ayuntamientos afectados han habilitado espacios a las salas comunales para poder acoger a las personas evacuadas a causa del incendio y que no tenían ningún lugar donde poder pasar la noche. Según las primeras informaciones, una mujer ha perdido la vida al quedarse atrapada en su casa y hay otra persona desaparecida. El fuego continúa avanzado sin control hacia el norte, ahora cabe en Durban de las Corbièras, y no se prevé poder estabilizarlo pronto. Ocho municipios de Corbièras, incluidos Ribauta, la Grasa, Sant Laurenç de la Cabrerissa y Fabresan, han activado sus planes de rescate municipales.
El humo llega hasta Catalunya
Más allá de la afectación viaria con el corte de la A-9, que al entrar en el Estado pasa a ser la AP-7, en Catalunya también se están notando las consecuencias del incendio. El humo y el olor del incendio se puede notar desde varios puntos de las comarcas gerundenses, pero también desde el Maresme o el Vallès Oriental. Eso ha provocado varias llamadas a los Bombers de la Generalitat alertando de posibles incendios de vegetación. Se han activado varias dotaciones que han estado haciendo una revisión del terreno, pero no se ha encontrado ningún fuego activo y todos los avisos han sido considerados como una falsa alarma.
