Ejercitar los músculos es fundamental para tener un envejecimiento activo y prevenir la sarcopenia, la pérdida degenerativa de masa y potencia muscular a partir de los 50, que produce una disminución de la fuerza y la aparición de enfermedades como la osteoporosis. Pero no solo eso.

Según una nueva investigación, los músculos esqueléticos fuertes juegan un papel importante en el mantenimiento de un sistema inmunitario efectivo, particularmente cuando se padecen enfermedades crónicas graves. Es lo que se conoce como la caquexia, que es la pérdida de masa muscular y grasa que a menudo acompaña a enfermedades crónicas graves, junto con un debilitamiento del sistema inmunitario

Hombre enfermo

El estudio, realizado por científicos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer en Heidelberg se ha publicado en la revista Science Advances y de momento se ha llevado a cabo en ratones, aunque sienta las bases para futuros estudios en humanos. La importancia de estos avances es de gran calado. La caquexia puede ser responsable de hasta un tercio de las muertes relacionadas con el cáncer. También puede afectar a personas con otras afecciones graves, como el SIDA, enfermedades renales crónicas e insuficiencia cardíaca

Esta patología se cree que puede deberse a que el cuerpo extrae energía de los músculos y las grasas para ayudar a combatir una enfermedad grave. Sin embargo, aún se desconoce exactamente por qué y cómo sucede, a pesar del vínculo de la caquexia con la mortalidad. De hecho, no se ha desarrollado ninguna terapia efectiva para tratarla.

Los científicos también han desarrollado la caquexia con las células T, que son fundamentales para la respuesta del sistema inmunitario de una organismo contra la enfermedad. Al parecer, estas células están involucradas en la pérdida de masa del músculo esquelético.

Los investigadores desarrollaron un estudio para explorar la relación entre la caquexia, la masa muscular esquelética y las células T. Primero, transmitieron el virus de la coriomeningitis linfocítica a ratones. Luego estudiaron la expresión génica en el músculo esquelético de los ratones y comprobaron que en respuesta a la infección crónica, las células musculares de los ratones liberaron más sustancia mensajera interleucina-15, que atrae a los precursores de las células T, en este caso, al músculo esquelético.

Esto coloca a estas células T precursoras lejos de la infección que desgasta a las células T que combaten la infección. Es decir, tal y como señalan los expertos, si las células T, que luchan activamente contra la infección, pierden su funcionalidad completa a través de la estimulación continua, las células precursoras pueden abandonar los músculos y convertirse en células T funcionales.

Anciano esfuerzo

Esto permite al sistema inmunitario combatir el virus continuamente durante un largo período de tiempo. En el estudio, los ratones con más masa muscular fueron más capaces de hacer frente a la infección viral crónica que aquellos cuyos músculos eran más débiles. En este sentido, cabe destacar la importancia de mantener los músculos en forma ejercitándolos diariamente para prevenir esta patología.