Hoy, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, una efeméride que sin duda este año adquiere tintes dramáticos en plena expansión del coronavirus. Con más de 1.340.000 casos confirmados en el mundo y más de 73.000 muertos, la pandemia se ha convertido en el principal problema al que se enfrentan estos momentos todos los países del mundo. En España, país que lidera la tasa de mortalidad del virus a nivel internacional, se cumplen cuatro semanas de confinamiento y todavía no existe certeza de lo que sucederá en los próximos días. 

La Organización Mundial de la Salud ha querido en este Día Mundial de la Salud destacar la función que están cumpliendo a nivel global las enfermeras y matronas, reconociendo su papel vital –al igual que otros trabajadores de la salud– situándose en la primera línea de la respuesta al COVID-19 y poniendo en riesgo su propia salud para proteger a la comunidad en general. 

Tal y como destaca la OMS, es importante honrar a esta fuerza laboral como uno de los recursos más valiosos de todos los países. “El Día Mundial de la Salud también es una oportunidad para abogar por el compromiso y los recursos para fortalecer la fuerza laboral de la enfermería, mejorar su educación y condiciones de trabajo, y permitirles trabajar a su máximo potencial”

De hecho, coincidiendo con la efeméride, la Organización ha publicado el informe sobre el Estado de la Enfermería Mundial 2020, desarrollado por esta organización y el Consejo Internacional de Enfermeras. El informe proporciona una descripción técnica del papel de la enfermería en todo el mundo y destaca su contribución para lograr la cobertura universal de Salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Asimismo, se basa en datos de 193 países. En total, en todo el mundo, hay 28 millones de profesionales de la enfermería, 19 millones de ellas titulados, de las que más de la mitad son mujeres y menores de 35 años

En España, la situación a la que se está enfrentando el sector es dramática en plena pandemia y desde las organizaciones se está alertando acerca del impacto psicológico al que se están enfrentando durante estos días. Tal y como destaca la Organización Colegial de Enfermería, el miedo al contagio, tanto de uno mismo como de los pacientes y familiares cercanos a los sanitarios, es un plus añadido a la lucha diaria de los profesionales de la enfermería contra el coronavirus

Según afirma Florentino Pérez Raya, presidente de esta organización, “las enfermeras y enfermeros somos profesionales de primera línea en el acceso al sistema sanitario y su exposición a este virus es enorme. Es obvio que en la práctica asistencial están excelentemente formadas, pero necesitamos que también cuiden su salud mental para afrontar esto de la mejor manera posible. Es clave que se cuiden a sí mismas para poder cuidar a los demás”

En este sentido, describen los síntomas físicos que están presentado una gran mayoría de estos profesionales: aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria y de la tensión arterial, así como gastrointestinales de origen psicosomático y alteraciones del apetito; contracturas y temblores musculares; problemas de sueño o pesadillas; o síntomas psicológicos como irritabilidad, niveles elevados de ansiedad, problemas de atención, concentración y memoria, pensamientos negativos, tristeza, miedo o crispación. “Cuando la epidemia esté controlada será el momento de que Salud Laboral instaure las medidas para evaluar el estado individual de cada persona y evitar el desarrollo de patologías en los trabajadores”