Repsol ha perdido 487 millones de euros en el primer trimestre del 2020, debido a la pérdida de valor de sus inventarios en 790 millones como resultado de la volatilidad del mercado por la crisis de la covid-19 y la caída de los precios de las materias primas, según ha comunicado la petrolera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El grupo ha conseguido un resultado neto ajustado de 447 millones, un 27,7% menos respecto de los 618 millones conseguidos el mismo periodo del ejercicio anterior. Este indicador mide exclusivamente la evolución de los negocios. Repsol destaca que estos resultados se han conseguido en un escenario "adverso" y "de excepcional complejidad" marcado por la "drástica disminución" de la demanda y de los precios del crudo y del gas.

La cotización media del barril Brent y de Tejas cayó un 21% y un 17% en comparación con los tres primeros meses del 2019. En el caso del gas, todavía se notó más el descenso con bajadas del 36% y del 56% de Henry Hub y Algonquín, respectivamente.

Al cierre del trimestre, la deuda neta del grupo era de 4.478 millones, 258 más que a finales de año. La petrolera ha reforzado su liquidez con dos emisiones de bonos de 1.500 millones y asegura que puede hacer frente a los pagos a corto plazo y hasta el 2024 incluido sin necesidad de refinanciarse.

Después de analizar el entorno económico, el grupo ha adoptado un plan de resiliencia para el 2020 que contempla reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en gastos operativos y más de 1.000 millones en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a los 800 millones, con respecto al presupuesto inicial del año.

A pesar del contexto "adverso", Repsol mantiene el compromiso de remuneración a los accionistas durante el 2020 de un euro por acción. Durante el mes de junio está previsto que se abonen los primeros 0,55 euros por acción.