¿Eres de los que se levantan por la noche para comer una vez has conciliado el sueño? Pues no eres el único que padeces el síndrome del comedor nocturno, que está clasificado como un trastorno alimentario no especificado según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.

Las personas que lo padecen suelen alimentarse en mucha mayor cantidad a lo largo de la noche y gozan de menos apetencia por el día, sobre todo por la mañana. Les suele pasar como mínimo dos veces a la semana y al mismo tiempo presentan alteraciones en el sueño y de ansiedad. El tipo de alimentos que consumen suelen ser aquellos ricos en carbohidratos y una vez se han alimentado, frecuentemente, olvidan por la mañana haber comido de madrugada.

A veces suele producirse en personas que siguen un régimen alimenticio muy estricto, y la ansiedad les hace levantarse por la noche para ingerir alimentos de forma compulsiva. En otras ocasiones, es el propio estrés que padecen durante el día el que les lleva a comportarse de esta manera. El perfil tipo de las personas que lo padecen suele ser una mujer, con tendencia a la obesidad, y que oscila entre los 40 y 50 años. Además, en ocasiones, sufre algún otro tipo de trastorno alimenticio, como el síndrome del atracón compulsivo, la bulimia o la anorexia.

Mujer

Uno de los mayores inconvenientes es que a largo plazo este síndrome puede provocar una serie de problemas de salud importantes. En primer lugar, un aumento del sobrepeso, sobre todo por el tipo de alimentos que suelen preferir ingerir estas personas por la noche, que suelen ser mucho más calóricos. Y, en segundo lugar, porque impide un buen descanso nocturno. De hecho, a la larga, muchos casos acaban derivando en un insomnio importante.

El hecho de que por la mañana no suelan presentar deseos de alimentarse provoca un cierto desorden en el horario de las comidas que afecta también a los ciclos circadianos del cuerpo, lo que a su vez incide en un mayor riesgo de padecer diferentes patologías.

El diagnóstico debe hacerlo un especialista, en función de los síntomas que presente el paciente. Una vez que se tiene claro, lo primero es analizar cuáles son las causas que llevan a una persona a alimentarse de esta manera, bien sea un problema específico, una situación de estrés determinada o más bien un hábito adquirido en el tiempo que debe ser corregido mediante algún tipo de terapia conductual.

Nevera

Generalmente son los nutricionistas los que realizan el seguimiento de estos pacientes, trabajando en el establecimiento de una dieta adecuada y planificada que satisfaga todas las demandas de nutrientes de las personas y que evite la necesidad de alimentarse por la noche. Lo más adecuado es realizar cinco comidas repartidas a lo largo del día y seguir algún tipo de rutina nocturna que ayude a conciliar el sueño y que evite cualquier tipo de alteración antes de irse a la cama. El ejercicio físico es también una buena herramienta para combatir este comportamiento y en los casos más graves y que produzcan un mayor trastorno en la vida de las personas, lo mejor es un tratamiento farmacológico guiado por un especialista que corrija este tipo de comportamiento compulsivo.