La comunidad científica está realmente preocupada por el aumento del síndrome metabólico a nivel mundial. Entre otras razones, por los perniciosos efectos que tiene sobre la salud, puesto que es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes y otras enfermedades cardiovasculares, la situación es muy preocupante.

En Estados Unidos y otros países de la Unión Europea, la prevalencia llega hasta el 37 por ciento de la población. Se considera síndrome metabólico la presencia de tres o más de estas cinco condiciones: hipertensión, azúcar elevado en sangre, sobrepeso u obesidad, niveles altos de triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL o bueno.

El tratamiento para luchar contra esta patología consiste en la adopción de una serie de hábitos de vida saludables y en la pérdida de peso si existe sobrepeso y obesidad, que se logra a través de la alimentación y el ejercicio. A menudo también se requiere medicación.

TenedoresLa lucha contra el síndrome metabólico es una de las más importantes de la medicina actual

Un equipo de investigación dirigido por la doctora Sofia Forslund y el profesor Dominik N. Müller, del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular de la Asociación Helmholtz (MDC) y el Centro de Investigación Clínica y Experimental (ECRC), ha examinado el efecto que tiene un cambio de dieta en personas con síndrome metabólico y lo ha publicado en un estudio en la revista Nature.

Según Andras Maifeld, principal autor de la investigación y consultor principal del Departamento de Naturopatía del Hospital Immanuel de Berlín y catedrático de Naturopatía Clínica del Instituto de Medicina Social, Epidemiología y Economía de la Salud de la Charité - Universitätsmedizin de Berlín “si la dieta va precedida de un ayuno, el efecto se intensifica”.

El estudio

Para llevar a cabo la investigación se formó un grupo de 71 voluntarios con síndrome metabólico y presión arterial sistólica elevada. Los investigadores los dividieron en dos grupos al azar. Ambos grupos siguieron la dieta DASH (Enfoque dietético para detener la hipertensión) durante tres meses, que está diseñada para combatir la presión arterial alta. Esta dieta de estilo mediterráneo incluye muchas frutas y verduras, productos integrales, frutos secos y legumbres, pescado y carnes blancas magras. Uno de los dos grupos no consumió ningún alimento sólido durante cinco días antes de comenzar la dieta DASH.

Los científicos observaron cómo las células inmunes de los voluntarios cambiaban cuando modificaban su dieta. “El sistema inmunológico innato permanece estable durante el ayuno, mientras que el sistema inmunológico adaptativo se apaga”, explica Maifeld. Durante este proceso, la cantidad de células T proinflamatorias disminuye, mientras que las células T reguladoras se multiplican. Una dieta mediterránea es buena, pero el efecto es más intenso si antes se ayuna.

Los investigadores utilizaron muestras de heces para examinar los efectos del ayuno en el microbioma intestinal. Las bacterias intestinales trabajan en estrecho contacto con el sistema inmunológico. Algunas cepas de bacterias metabolizan la fibra dietética en ácidos grasos antiinflamatorios de cadena corta que benefician al sistema inmunológico. La composición del ecosistema de bacterias intestinales cambia drásticamente durante el ayuno. Las bacterias promotoras de la salud que ayudan a reducir la presión arterial se multiplican.

BásculaEl ayuno no solo está indicado como paso que favorece la pérdida de peso

Algunos de estos cambios se mantienen incluso después de la reanudación de la ingesta de alimentos. El siguiente hallazgo es particularmente digno de mención: “El índice de masa corporal, la presión arterial y la necesidad de medicación antihipertensiva se mantuvieron más bajos a largo plazo entre los voluntarios que comenzaron la dieta saludable con un ayuno de cinco días”, explican los expertos. Al parecer, el ayuno actúa como un catalizador para los microorganismos protectores en el intestino. La salud claramente mejora muy rápidamente y los pacientes pueden reducir su medicación en algunos casos.