La aromatasa es una enzima que fabrica estrógenos a partir de las hormonas masculinas y que se puede encontrar en diversas partes de nuestro organismo, como el hipotálamo, la piel, las glándulas suprarrenales, las mamas, los huesos, los ovarios y el endometrio o las células de Leydig de los testículos. También en el tejido canceroso, por eso sus inhibidores son utilizados frecuentemente como tratamiento para la enfermedad. Aunque los científicos la llevan investigando desde hace años, aún queda mucho por saber acerca de todas sus funciones.

En una investigación reciente llevada a cabo por un equipo de investigadores de la Northwestern Medicine en Chicago y el Laboratorio Nacional de Investigación del Cáncer de Frederick han descubierto más detalles acerca de la acción de esta enzima en el cerebro adulto. Los datos han sido publicados en la revista Endocrinology

Pareja en una barandilla

Al parecer, en el cerebro, la aromatasa transforma la testosterona, una hormona que impulsa la actividad sexual en los hombres, en estradiol, que es un tipo de estrógeno. Los científicos han demostrado que los estrógenos son importantes para el control de la función reproductiva en ambos sexos. Además, los estrógenos son fundamentales para los roles funcionales y organizativos en el desarrollo del cerebro y la conducta adulta.

Para determinar si la aromatasa cerebral es esencial para la actividad sexual masculina normal, los investigadores utilizaron ratones que carecían de aromatasa en el cerebro. En estos ratones machos, la actividad sexual se redujo en aproximadamente un 50%. Esta disminución en la actividad ocurrió incluso en presencia de niveles sorprendentemente más altos de testosterona en su sangre en comparación con el grupo de control de ratones machos. Los ratones que no podían producir aromatasa en ninguna parte del cuerpo, incluido el cerebro, no mostraban actividad sexual alguna. 

Los expertos también destacan el papel clave de la aromatasa en la producción de estrógeno. “El estrógeno tiene funciones en hombres y mujeres. La testosterona tiene que convertirse en estrógeno para impulsar el deseo sexual en los hombres”, explican. Se trata de un descubrimiento muy importante para explicar cómo la testosterona estimula el deseo sexual.

La investigación sugiere que el comportamiento sexual puede modificarse mediante la inhibición o mejora de la actividad de la enzima aromatasa cerebral. Esto podría conducir potencialmente a nuevos tratamientos para los trastornos del deseo sexual.

Según los científicoses posible usar fármacos para inhibir la aromatasa y controlar los deseos sexuales de un hombre. Por ejemplo, el trastorno del deseo sexual hipoactivo, más comúnmente conocido como bajo deseo sexual, es una condición común. El bajo deseo sexual es un efecto secundario común de muchos medicamentos ampliamente utilizados, incluido un grupo de antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Mujer desnuda en la cama

Los expertos creen que un tratamiento centrado en aumentar la aromatasa podría aumentar el deseo sexual en quienes experimentan este efecto secundario.  Por otro lado, los médicos también pueden tratar el trastorno de hipersexualidad o el deseo sexual compulsivo utilizando un inhibidor de la aromatasa existente.