El acné es una patología más propia de la adolescencia, pero son muchos los adultos que la padecen pasada la treintena. Se calcula que la sufre una de cada diez personas en el mundo, así como el 54% de las mujeres en algún momento de sus vidas.

Además de los cambios hormonales, siempre se ha dicho que la alimentación tenía también un papel esencial en su aparición y mantenimiento, y lo cierto es que así es. Este año, un nuevo estudio presentado en el Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología en Madrid ha concluido que las personas que toman lácteos a diario tienen más probabilidades de padecer acné.

Yogur

Los investigadores examinaron datos de más de 6.700 participantes en América del Norte, América del Sur y Europa y concluyeron que casi el 50% de las personas con acné estudiadas consumían productos lácteos a diario, en comparación con menos del 40% de los que no lo hicieron. Encontraron también una asociación significativa entre la aparición de la patología con el consumo diario de bebidas dulces como refrescos o zumos y con comer alimentos como pasteles y chocolate

Según los expertos, hay dos razones por las cuales los lácteos están asociados con el acné. En primer lugar es que estos alimentos contienen lactosa, una forma de azúcar que se sabe que estimula la inflamación, no solo en el caso del acné, sino en muchas enfermedades diferentes. Lo mismo ocurre con otro tipo de alimentos con un alto índice glucémico, como el queso o el pan, la bollería industrial, el chocolate o las bebidas gaseosas. Al consumirlos, el cuerpo comienza a estimular la secreción de insulina para bajar los niveles de azúcar en sangre, lo que parece estar relacionado con la aparición de brotes de acné.

La solución que proponen es cambiar la dieta e incluir alimentos con un índice glucémico más bajo. Por ejemplo, los omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias. De hecho, pueden tener efectos positivos sobre los brotes de acné. En el caso de los lácteos, aquellas personas que sufren un acné severo pueden sustituirlos también por otros alimentos hasta que pase el brote.

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Según el estudio, además de la alimentación, en la aparición de esta enfermedad influyen otros factores ambientales, como por ejemplo el lugar donde se vive. La presencia de una mayor contaminación también parece tener relación con la presencia del acné, al igual que el estrés. Los expertos creen que queda mucho por investigar al respecto, pero que sin duda son conclusiones que pueden ayudar a las personas que lo padecen a ver reducidos los tan temidos brotes que experimentan periódicamente.

Eso sí, antes de comenzar a hacer cambios drásticos en la alimentación, los especialistas aseguran que debe visitarse en primer lugar a un dermatólogo, porque el acné puede ser causado también por otros factores que deben descartarse antes de limitar el consumo de alimentos importantes como es el caso de los lácteos. Entre los que se encuentra, el síndrome del ovario poliquístico.