El rapero mallorquín Valtònyc ha comparecido esta mañana ante el Tribunal de Casación de Bélgica en el último intento de la fiscalía belga para extraditarlo a España. Ahora, el tribunal, después de escuchar a las dos partes, ha anunciado que decidirá el próximo martes, 18 de enero, sobre el recurso de la fiscalía contra la denegación de la extradición de Josep Miquel Arenas: si desestima el recurso, la euroorden contra Valtònyc  quedará definitivamente rechazada. En cambio, si lo acepta, el caso volverá a manos del Tribunal de Apelación de Gante, que tendrá que revisar la sentencia.

 

Justificación insuficiente

Después del triunfo del rapero el pasado 28 de diciembre, cuando el Tribunal de Apelación de Gante denegó su extradición, la fiscalía del país insistió en pedir la extradición del rapero por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona. Aunque inicialmente parecía complicado que esto sucediera, ante las dos resoluciones negativas, el ministerio público presentó las alegaciones de su último recurso al Tribunal de Casación contra la denegación de la euroorden. En concreto, la fiscalía consideraba que el Tribunal de Gante no había justificado suficientemente que los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona "no sean punibles según la ley belga".

La justicia española reclama a Valtònyc por una condena de 3 años y medio de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas por las letras de sus canciones. A finales de diciembre, el Tribunal de Apelación de Gante consideró que ninguno de los tres delitos es punible en Bélgica y, por lo tanto, negó su extradición a España: Valtònyc ganó al Estado y lo celebró con un gesto muy elocuente. Además, la decisión del tribunal de Gante tuvo una gran resonancia internacional.

Terrorismo e injurias

En la sentencia se recoge que en la legislación belga no existe el delito de enaltecimiento del terrorismo. De hecho, el Tribunal de Apelación de Gante preguntó al Tribunal de Justicia de la UE si podía aceptar la extradición rápida por este delito, tal como pedían las autoridades españolas. Luxemburgo se negó. Por este motivo el texto se limita a recordar que esta conducta "no es punible" en Bélgica. En cambio, el delito de injurias en la corona sí que existía a la ley de insultos al rey, de 1847 y que imponía penas de hasta 3 años de prisión, según recogía la sentencia del 28 de diciembre.

El mismo tribunal, sin embargo, tuvo dudas sobre como lo tenía que aplicar y preguntó al Tribunal Constitucional (TC) belga sobre si era legal. El TC acabó dictaminando que era inconstitucional, porque no respeta la libertad de expresión y contraviene el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

En la imagen principal, el rapero en el Tribunal de Casación de Bélgica / ACN