Cuando el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aterrice hoy en la plaza Sant Jaume, dentro de la cartera llevará el documento de 23 puntos que Artur Mas presentó a Mariano Rajoy en julio del 2014, en la última reunión que mantuvieron en la Moncloa, y que incluye reivindicacions en temas económicos, infraestructuras, cultura, etc., como ya avanzó El Nacional. También traerá su oferta sobre la reforma constitucional federal, sobre la financiación, inversiones, temas relativos a lengua, educación y cultura... Muchas propuestas, pero no la del referéndum.

Tampoco el objetivo del presidenciable del PSOE es cerrar acuerdos con el Govern sino demostrar su “voluntad de diálogo”, según fuentes socialistas. Y hacerlo con un gesto que contrasta con la decisión del presidente en funciones, Mariano Rajoy, de ignorar el relevo en la Generalitat y ni siquiera llamar Carles Puigdemont para felicitarlo, como es habitual, cuando asumió la presidencia.

De hecho, la disposición del líder socialista no discrepa mucho de la del president catalán, que ha dejado claro públicamente que su voluntad es demostrar una vez más que el Govern “quiere dialogar con todo el mundo”. Escuchar y analizar la situación con respeto y disposición a seguir hablando, según fuentes del Govern. Y, sobre todo, “con la claridad que requiere el momento”. Pero poca cosa más. 

Y a pesar de todo, aunque ninguna de las dos partes que participan en la conversación se engañan sobre el alcance y posibilidades reales de la entrevista, tan pronto como se hizo pública ayer por la mañana se han ido sucediendo las reacciones.

Aviso de Ciudadanos

Los primeros a reaccionar, como no podía ser de otra manera, han sido los diputados de Ciudadanos que han advertido a Sánchez que si habla de referéndum con Puigdemont romperán el acuerdo que mantienen en España para la investidura. “Nosotros tenemos un contrato que dice que eso no se puede permitir en un futuro gobierno de España”, ha advertido el ciudadano portavoz, Fernando de Páramo.

Tampoco el PP ha desperdiciado la ocasión de cargar contra el encuentro. El diputado popular Javier Maroto ha querido hurgar en el descontento que genera en Ciudadanos la cita. “El PSOE acuerda una cosa con Ciutadans y hace a la contraria”, ha acusado Maroto.

Por su parte, Convergència, embrancada en un embrollo de declaraciones públicas de sus dirigentes que vuelven a enturbiar el posicionamiento independentista del partido, quiso insistir ayer en que el referéndum es una condición "sine qua non" para cualquier acuerdo, según explicó la portavoz, Marta Pascal.

Tampoco Esquerra se muestra especialmente esperanzada con el encuentro, aunque el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, considera positivo que se celebre.

En términos similares se han expresado los socialistas catalanes que se han congratulado del hecho de que se convoque la entrevista. De hecho, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, estaba al corriente de la reunión que se ha llevado con máxima discreción e incluso se había apuntado que podría participar. Finalmente, sin embargo, no estará presente dado que se trata de un encuentro institucional, y tampoco tiene previsto acompañar Sánchez hasta la plaza Sant Jaume.