El de hoy ha sido un día movido. El Govern de la Generalitat ha salido ya pasadas las doce del mediodía a traspasar a Barcelona ciudad y su área metropolitana las recomendaciones que ya hizo para l'Hospitalet de Llobregat: pedir a la gente que no salga de casa y que reduzca su actividad social.

Unas pocas horas después, quien ha salido ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha basado su declaración en criticar, acusar y reiterar que el Govern había llegado tarde "también" a Barcelona, en referencia a Lleida y la comarca del Segrià.

Ahora bien, sólo 48 horas antes, y cuando todo el mundo se preguntaba si finalmente Barcelona tomaría medidas ante el repunte de casos en varios barrios, fue la misma Colau quien negó que la situación fuera "alarmante" y aseguró que la ciudad que "tiene mucho poder" no seguiría el camino de la "ciudad vecina".

La contradicción en el discurso es evidente, y así lo ha destacado el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que ha adjuntado ambas noticias en un tuit. "48 horas. En fin", ha lamentado con resignación.

Sin embargo, Rufián no es el único tuitero que se ha hecho eco de la contradicción de la alcaldesa. El contraste de las declaraciones pronto se ha hecho viral: