Justamente dos semanas después de que se destapara el mayor escándalo de ciberespionaje, el CatalanGate, La Moncloa también ha querido ponerse en el papel de víctima. En una rueda de prensa esta mañana, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha indicado que, como la sesentena de personalidades vinculadas al movimiento independentista, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también han sido espiados con el software israelí Pegasus. Rápidamente, los medios estatales han hecho una resonancia importante del caso: tanto El País como el ABC, El Mundo y La Razón han puesto los hechos en su portada digital. Una reacción que ha contrastado considerablemente con el silencio de la prensa española días atrás cuando se destapó el caso catalán, y cuando solo El País optó por darle algún tipo de relevancia.

Ninguna sorpresa, pero es que aquel 18 y 19 de abril, cuando saltaba el caso, la prensa internacional no dudó en alertar a sus lectores del espionaje al independentismo. Hoy, cuando las víctimas han sido dos miembros del Gobierno, lo ha vuelto a hacer. Medios occidentales de relieve y de varios países se han centrado en las claves del caso: los móviles del jefe del gobierno y de la ministra de Defensa fueron espiados un total de tres veces el año 2021, y han recordado que se trata de un asunto "ilícito y sin autorización judicial". No solo eso, sino que también han informado de que Bolaños ha señalado a un autor externo que no ha concretado. Y que en mayo y junio del año pasado, cuando los teléfonos fueron infectados, estaban los indultos a los presos independentistas al orden del día.

Las palabras de Aragonès, difundidas

Una cuestión que no ha quedado olvidada en medio de todo, como no podía ser de otra manera, ha sido el CatalanGate que estalló hace solo dos semanas, y que afectó a decenas de personalidades independentistas, en una investigación revelada por Citizen Lab. La reacción de las dos principales agencias de noticias ha ido en una dirección parecida. Así, Associated Press ha remarcado que el gobierno catalán ya acusó al Centro Nacional de Inteligencia de "espiar a los independentistas" y paró las relaciones institucionales entre los dos ejecutivos. En esta línea, Reuters ha querido subrayar que Esquerra Republicana advirtió a La Moncloa que "no daría apoyo al Gobierno hasta que Madrid impulsara medidas para restablecer la confianza".

Similarmente, el francés Le Monde ha remarcado que el CatalanGate ha supuesto un "gran escándalo político en España, donde la coalición gubernamental, frágil, depende de ERC". En los Estados Unidos, el Washington Post ha destacado la demanda del independentismo por la dimisión de Robles. Y desde el Reino Unido, The Guardian ha querido compartir las palabras de hoy mismo del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha cargado contra el silencio clamoroso del Gobierno ante todo. "Cuando se trata de un espionaje masivo a las instituciones catalanas y al movimiento independentista, es todo silencio. Ahora, todo son prisas", ha criticado. Un mensaje que, de hecho, han compartido la gran mayoría de medios.

La resonancia hace dos semanas

El estallido del escándalo por el ciberespionaje a políticos y activistas independentistas supuestamente por parte del Estado con el software Pegasus ocupaba hace dos semanas las portadas de la prensa internacional. Después de la publicación de la investigación del rotativo norteamericano New Yorker, que incluye una sesentena de personalidades catalanas vinculadas con el procés, varios medios se hicieron resonancia e informaron a sus lectores. Destacaban, en primer lugar, las principales agencias de noticias del ámbito mundial, como Reuters y Associated Press. También informaban los principales rotativos y televisiones de varios países, como el Le Monde de Francia, la cadena norteamericana NBCNews, el Times of Israel, o el Globe and Mail canadiense. En la mayoría de estos artículos, se insistía mucho en el hecho de que activistas y periodistas, personas no involucradas en la política institucional, hayan sido vigilados por la inteligencia española.