Nuevo mensaje (con la boca pequeña) del presidente del Tribunal Constitucional dirigido al Tribunal Supremo sobre la aplicación de la ley de amnistía. En una rueda de prensa en el marco del VI Congreso Mundial sobre Justicia Constitucional, que se celebra del 28 al 30 de octubre en Madrid, Cándido Conde-Pumpido ha subrayado que los tribunales constitucionales están en la “cúspide del ordenamiento” y son los “últimos que hablan”. “Por tanto, son los que dictan unas resoluciones que constitucionalmente crean cosa juzgada, que no pueden ser cuestionadas por ningún tribunal y que, al mismo tiempo, se imponen a cualquiera de los tres poderes del Estado”, ha advertido. Son unas palabras que llegan cuando el TC está estudiando los recursos de amparo que presentaron los líderes del procés contra las decisiones de Manuel Marchena y Pablo Llarena de no aplicar la amnistía a la malversación atribuida al 1 de octubre. La previsión es que se resuelvan a principios de 2026. Eso sí, preguntado por ElNacional.cat, el presidente del TC ha evitado eludir directamente al Supremo: “No queremos referirnos a ningún hecho concreto, se trata de tratar los problemas de carácter global y genérico. Indudablemente, no vamos a pronunciarnos sobre los asuntos específicos”. Hace casi un año, Pumpido había dejado claro que “todos los poderes públicos están obligados al cumplimiento del que el Tribunal Constitucional resuelva”.
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“Cuando se hace alusión a que, con esas decisiones, se buscan fórmulas que están diseñadas para otros fines y se utilizan para no ejecutar las decisiones, nos encontramos con esa interferencia”, ha añadido. Hablaba, en general, de las “maniobras u obstaculizaciones” que se producen en la “ejecución de las sentencias de los tribunales constitucionales”. Hace unos meses, la Audiencia Provincial de Sevilla presentó una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en contra de la sentencia del TC sobre el caso ERE (que conllevó la absolución de José Antonio Griñán y Manuel Chaves).
“No respetar al Tribunal Constitucional es no respetar la Constitución”
Asimismo, Cándido Conde-Pumpido ha aprovechado para defender al Constitucional de las críticas que recibe, especialmente del PP y de Vox. “Muchos tribunales constitucionales sufrimos ataques a nuestra independencia. Ataques a través de las interferencias políticas que cuestionan, critican o desautorizan [nuestras decisiones]”, ha lamentado. “No respetar al Tribunal Constitucional es no respetar la Constitución”, ha recalcado. Y ha sacado a colación los “principales riesgos o agravios a la independencia” de los tribunales constitucionales que se han estudiado y analizado en los sucesivos congresos mundiales sobre justicia constitucional.
El primero que ha puesto encima de la mesa ha sido la “interferencia política”, es decir, “aquellas manifestaciones que proceden de otros poderes del estado que desautorizan las decisiones” del TC, que es el “máximo garante de los derechos fundamentales y el supremo intérprete de la Constitución”. “Normalmente, se desautorizan esas decisiones por la base de no compartirlas, pero hay que tener en cuenta que precisamente los poderes del Estado son los que han designado al Tribunal Constitucional para que dicte esas resoluciones”, ha señalado. “Si después de haber designado a los miembros, critican las resoluciones que no van en la línea que desearían, la influencia de estas personas por su condición política hace que se esté poniendo en cuestión la independencia del tribunal sencillamente porque una sentencia puede no gustar a una persona”, ha apostillado.
Y también ha hablado de las “campañas políticas o mediáticas” que intentan llevar a la opinión pública que el Tribunal Constitucional “no goza de suficiente independencia” o que sus decisiones “no son suficientemente equitativas”. “Cuando eso se empieza a generalizar a través de posicionamientos de carácter mediático o político, también el Tribunal Constitucional sufre en su independencia”, ha concluido.
Pumpido agradece una ley del PP para ayudar al Constitucional a frenar el procés
Cándido Conde-Pumpido ha aprovechado para elogiar una ley impulsada por el PP con Mariano Rajoy en la Moncloa para dotar al Constitucional de competencias para ejecutar sus propias resoluciones. La ha presentado como una ley “interesante y muy importante” que fue “muy útil” durante el procés: “Se habían producido obstáculos por parte de instituciones que paralizaban o no cumplían. En un momento, incluso el Parlament planteó que no iba a cumplir las resoluciones del Tribunal Constitucional”. “Sin embargo, el Constitucional tenía los medios suficientes y las hizo cumplir de manera efectiva”, ha reivindicado.
Pide que “no haya demora” en la renovación del TC por parte del Senado: “El bloqueo puede afectar al buen funcionamiento del sistema”
El mandato de Cándido Conde-Pumpido (y de los magistrados María Luisa Balaguer, Ricardo Enríquez y José María Macías) acaba en diciembre. Y el Senado tendrá la función de elegir a cuatro nuevos miembros del Constitucional. Para conseguir-lo, necesitará una mayoría de tres quintas partes, que solo se consigue con el acuerdo entre el PP y el PSOE. La tónica de los últimos años ha sido que este tipo de renovaciones desemboquen en el nombramiento de dos magistrados progresistas y dos conservadores. Sin embargo, los populares podrían optar por impedirlo confiando en conseguir en las próximas elecciones generales, por sí solos (o con Vox), superar el umbral de senadores necesarios para poder elegir los cuatro magistrados y cambiar las mayorías en el Constitucional.
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“El Tribunal Constitucional siempre se ha pronunciado en las sentencias a favor de que la renovación de los órganos debe cumplirse en plazo”, ha advertido hoy el presidente del TC. “Eso significa que el bloqueo de una institución puede afectar el buen funcionamiento del conjunto del sistema jurídico”, ha subrayado. Además, ha reconocido que un “retraso moderado”, sin entrar a detallar de qué tiempo para no “interferir” en el papel de la Cámara Alta, “no produciría una afectación muy grande”, pero ha recordado que el bloqueo de más de cinco años en la renovación del Consejo General del Poder Judicial supuso una “anomalía grave”. “Lo deseable es que no hubiese demora alguna”, ha apostillado.
“Tenemos que pensar en la Constitución como un árbol vivo”
En su intervención inicial, antes de las preguntas de los periodistas, Cándido Conde-Pumpido ha elogiado la Constitución, que “va camino de ser la más estable y la más prolongada” de la historia de España. Y ha destacado en términos genéricos el papel que tiene el Tribunal Constitucional, en una reflexión que puede entenderse referida a la amnistía o a otros pronunciamientos, como el aborto o los derechos digitales. Primero, ha criticado los que “mantienen una posición o una interpretación originalista” y “quieren reducir” los derechos a lo que “se pensaba en el momento en que se redactó la Constitución”. Lejos de esto, ha hecho un llamamiento a “pensar en la Constitución como un árbol vivo que se va desarrollando” y a ver el Constitucional como el encargado de “dotar en cada momento de un contenido adaptado a la realidad social”.