Este domingo, con motivo del quinto aniversario de su exilio, el president Carles Puigdemont reveló que emisarios del PSOE le propusieron pasar por el Tribunal Supremo a cambio de un indulto o de modificar el delito de sedición, pero dejó claro que no aceptó esta "solución personal" porque "sería una renuncia política". Ni 24 horas después, el PSC, sin negarlos, ha evitado entrar en estos contactos en las diversas ocasiones que se le ha planteado. Pero ha dejado claro que "la actualización del Código Penal nunca se ha planteado en beneficio de nadie" ni por ningún "caso personal", pero sí aprovechando lo que pasó en Catalunya en 2017.

En la rueda de prensa de cada lunes, la portavoz del PSC, Elia Tortolero, ha defendido que "la actualización del Código Penal" para reformar el delito de sedición es un compromiso de Pedro Sánchez y que se hace para "actualizarlo a los estándares europeos", pero en ningún caso para dar respuesta a nadie. La dirigente socialista ha señalado que el presidente del Gobierno trabaja en ello, como también hacen los socialistas catalanes, pero ha dejado claro que para aprobarse en el Congreso "tiene que tener mayoría". No ha negado los contactos revelados por Puigdemont. Se ha limitado a decir que "los contactos que diga quedan al margen de esta actualización".

 

Como ya hizo con los indultos a los presos políticos, el PSC se agarra a la reforma de la sedición para calmar las aguas en el conflicto político. "Catalunya está pasando página, hay que mirar adelante", ha defendido Elia Tortolero. Ha comparado la situación de Catalunya cuando gobernaba el PP y ahora que gobierna el PSOE. Y se ha mostrado convencida de que la reforma, de salir adelante, contará con el mismo apoyo social que los indultos.

Prisa para los presupuestos

No puede haber prórrogas: los presupuestos de la Generalitat se tienen que aprobar en tiempo y fuera. Este es el mensaje que traslada al PSC al presidente Pere Aragonès, después de la reunión que mantuvo el primer secretario y lífer de la oposición Salvador Illa. Los socialistas siguen "tendiendo la mano" y piden "no mezclarlo con otras cosas". Ahora están a la espera la citación del jefe del Govern en la ronda de contactos que celebrará esta semana para sondear los apoyos a las cuentas catalanas.

Con un calendario que ya va bastante retrasado, el president Pere Aragonès celebrará una ronda de contactos, donde finalmente han sido incluidos los socialistas, junto con Junts per Catalunya, los comunes y la CUP. Para que puedan salir adelante necesitan del concurso de los junteros, que están poniendo muchos obstáculos, o de los socialistas, que hace semanas que tienden una mano que es vista con recelo por los republicanos, escudándose en la falta de compromiso contra la represión.

La portavoz del PSC ha insistido en que "Catalunya necesita presupuestos el 1 de enero" porque es "lo que el país quiere". En este sentido, Tortolero ha mantenido su "mano tendida" para negociar "con la máxima exigencia" y "sin mezclar otros temas". Y la dirigente socialista ha remachado: "Seguimos tendiendo la mano para que Catalunya tenga presupuestos. No es política útil renunciar a tener presupuestos el 1 de enero". En este sentido, han pedido ser los primeros de la ronda como primer grupo en el Parlament.