El PSC ha cerrado la puerta al plan propuesto por la líder de los comuns, Jéssica Albiach, sobre un posible Govern de ERC y los comuns que recibiera el apoyo externo de la formación socialista. En la rueda de prensa posterior a la ejecutiva celebrada este lunes, la número dos del PSC, Eva Granados, ha rechazado esta posibilidad recordando que su partido obtuvo más votos que los republicanos en las elecciones del 14-F.

"El acto de generosidad y de reconocimiento sería el de ERC hacia el PSC, que somos los que hemos ganado las elecciones", ha comentado Granados, quién ha asegurado, sin embargo, que las conversaciones con En Comú Podem "no van mal". "Si se trata de un Govern de izquierdas, lo que ha querido la ciudadanía es que la presidencia la tenga Salvador Illa, y no Pere Aragonès", ha lanzado.

Sin embargo, Granados no ha negado en rotundo al ser preguntada por esta cuestión, como sí que lo hizo la portavoz de ERC, Marta Vilalta. "No hay nada que pactar", afianzó Vilalta en una entrevista el pasado martes al programa Més324. De hecho, Granados ha sido preguntada por posibles alicientes que ERC y los comuns les podrían dar a cambio como la presidencia del Parlament a ella misma o "estabilidad" al Gobierno y al Ayuntamiento de Barcelona.

"Son espacios de gobernabilidad diferentes. Lo que traslado a los comuns es un Govern encabezado por el partido de izquierdas que ha ganado las elecciones. Un Govern del cambio pasaría por aquí, que se centrara en la reconstrucción social, económica y que gestionara la pandemia. Otras cosas son entrar en los marcos mentales soberanistas en los cuales nosotros no estamos", ha insistido.

Horas antes, el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, había insistido en esta fórmula de Govern condicionando la presencia de la CUP a su posicionamiento respecto de JxCat. "Catalunya ha hablado claro y quiere una salida dialogada de la crisis política y también una salida social de la crisis económica y sanitaria", ha comentado.

Los disturbios

Por otra parte, Granados ha acusado al Govern de "no condenar" o "no condenar más explícitamente la violencia" vivida en los disturbios de estas últimas semanas con el fin de no "estropear" las negociaciones con la CUP. "El mismo Sàmper ha reconocido que si no se han condenado los disturbios es para no estropear las negociaciones con la CUP", ha apuntado después de que la candidata anticapitalista, Dolors Sabater, revelara que han llegado a un acuerdo con ERC para poner una moratoria a las balas de foam, entre otras cosas.