El optimismo del Gobierno respecto a la oficialidad del catalán en la Unión Europea ha recibido un jarro de agua fría por parte del Partido Popular. Fuentes de la formación conservadora han asegurado a El Nacional.cat este viernes que la CDU, el partido que encabeza el gobierno alemán, mantiene intacta su postura contraria a la propuesta. La afirmación llega pocas horas después de que la Moncloa informara de que Berlín estaría dispuesta a abrir un diálogo bilateral con Madrid sobre esta cuestión, hasta ahora encallada por la falta de aval entre varios Estados miembros. Según el relato del gabinete de Pedro Sánchez, este acercamiento se habría traducido en la creación de una mesa de negociación entre los dos ejecutivos con la intención de que España pueda presentar un texto que acabe obteniendo el apoyo necesario en el Consejo de Asuntos Generales

Todo esto se produce al día siguiente de que Carles Puigdemont lanzara un nuevo ultimátum al Gobierno, amenazando con hacerlo caer si no se cumplen los compromisos pactados, entre los cuales figura, precisamente, la oficialidad del catalán en Europa. No obstante, fuentes del PP han indicado a este diario que la CDU no ha modificado su posición y se mantiene en el mismo punto que hasta ahora. El partido alemán afirma que el diálogo entre estados es habitual en asuntos de esta naturaleza, pero deja claro que esto no implica ningún cambio.

Los populares sostienen que, lejos del cambio de posición que insinúa el ejecutivo de Sánchez, Alemania continúa atascada en el no. Esta rigidez es precisamente el principal obstáculo para conseguir que el catalán, el vasco y el gallego sean reconocidos como lenguas oficiales en las instituciones europeas. Para que esto sea posible, es necesaria la unanimidad de los 27 Estados miembros, y la oposición del gobierno del canciller Friedrich Merz —líder de uno de los países más influyentes de la Unión Europea— ha sido determinante para frenar cualquier avance en esta carpeta. Además, las presiones diplomáticas impulsadas por el mismo Alberto Núñez Feijóo habrían convencido a otros gobiernos afines a la familia del Partido Popular Europeo de sumarse al rechazo a la propuesta.

La inteligencia artificial le juega en contra

Hace poco más de un mes, Sánchez recibió a Merz en la Moncloa en una reunión que, según se confirmó posteriormente, no sirvió para desbloquear la cuestión de la oficialidad del catalán en la Unión Europea. En la rueda de prensa conjunta, ambos líderes admitieron que el encuentro había servido para exponer posturas, pero no para acercarlas. El socialista expresó su voluntad de que se hiciera realidad una aspiración histórica, mientras que el democristiano reconoció que ya conocía la posición española y evitó comprometerse con ningún cambio de postura. “Entiendo el interés, pero ya veremos cómo se resuelve”, afirmó, apuntando que, en el futuro, la inteligencia artificial podría hacer innecesaria la incorporación de nuevos idiomas a los servicios de traducción de las instituciones europeas. “Yo mismo he sido miembro del Parlamento Europeo y sé lo complicado que es el servicio de idiomas en la Unión Europea. Cada lengua añadida, por supuesto, multiplica la necesidad de traducciones”, remarcó.