El PP ha mostrado este lunes su disposición a cumplir con los plazos previstos y, por lo tanto, pactar con el PSOE este mismo trimestre la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional que tendrán que ser escogidos por el Senado. En esta renovación de cuatro miembros habrá que encontrar al sustituto de Cándido Conde-Pumpido, que es el actual presidente del tribunal de garantías. Así de abierta se ha expresado en rueda de prensa desde la sede de Génova 13 Esther Muñoz, que es la portavoz del partido en el Congreso de los Diputados. "Lo que no haremos nosotros es que Pumpido continúe; si la idea del Gobierno es parapetarlo en el Constitucional, que no cuenten con nosotros", ha expresado. Obviando las trabas que su partido puso durante años para renovar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial, Muñoz ha dicho que los populares "siempre cumplen con los plazos". "Y seguirá siendo así", ha aseverado.
El Tribunal Constitucional tiene un total de doce magistrados y sus miembros se renuevan por tercios cada tres años: cuatro magistrados los escoge el Senado, cuatro los escoge el Congreso y los otros cuatro quedan en manos del Gobierno (dos) y del Consejo General del Poder Judicial (dos). Aparte de Pumpido, los otros tres magistrados que acaban el mandato son la progresista María Luisa Balaguer y los conservadores Ricardo Enríquez y José María Macías. Ahora bien, Macías, que fue apartado de los debates sobre la ley de amnistía por haber formado parte del CGPJ cuando se pronunció por partida doble sobre la norma del olvido penal, podrá repetir y extender su mandato nueve años más porque tomó posesión del cargo en julio del año pasado fruto del pacto entre el PP y el PSOE para renovar el CGPJ.
Ahora, pues, en los próximos meses, le toca al Senado aprobar los nuevos nombres por una mayoría de tres quintas partes. Eso provoca que, una vez más, sea imprescindible un pacto entre el PP y el PSOE. Hace un par de semanas, Pumpido envió una carta a la cámara alta recordando que en solo cuatro meses finaliza el mandato de cuatro magistrados y que, por lo tanto, hay que empezar a pensar en sus sustitutos.
¿Qué pasa si el Senado no aprueba los nombramientos a tiempo?
Si PSOE y PP no se ponen de acuerdo y, por lo tanto, el Senado no consigue aprobar los nombres, estos cuatro magistrados continuarían en sus cargos con plenitud de funciones, una situación que ya se ha producido en el pasado. "Los magistrados del Tribunal Constitucional continuarán en el ejercicio de sus funciones hasta que hayan tomado posesión los que tuvieran que sucederles", deja claro el artículo 17 de la ley que regula su funcionamiento.
Así que el Constitucional seguiría funcionando con los doce magistrados que hay actualmente hasta que la Cámara Alta consiga dar luz verde a sus relevos. De la misma manera, Pumpido continuaría como presidente de la institución. En 2010, por ejemplo, con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa y Mariano Rajoy como jefe de la oposición, el Senado nombró a los nuevos magistrados del Constitucional con tres años de retraso fruto de la falta de acuerdo entre el PSOE y el PP.