El Barça empieza a mover fichas de alto voltaje y lo hace con una decisión que marca un antes y un después. Frenkie de Jong ha dejado de ser intocable y en los despachos del club ya asumen que su rol como pivote titular no está nada claro. Con Hansi Flick al mando, la lectura es directa: hace falta un mediocentro dominante, físico y definitivo. Y ahí aparece un nombre que seduce a todos en el Camp Nou: Moisés Caicedo, al que consideran directamente el mejor pivote del mundo en potencia.
La operación, eso sí, no será sencilla ni barata. En el Barça saben que el Chelsea no negocia desde la necesidad y que el ecuatoriano es una pieza estratégica en Stamford Bridge. Por eso, la fórmula que se empieza a estudiar es de Frenkie De Jong más 30 millones de euros para intentar abrir la puerta. Un trueque de alto impacto que cambiaría por completo el equilibrio del centro del campo azulgrana.
Flick ya ha tomado una decisión con el pivote
La llegada de Flick ha cambiado muchas cosas y una de ellas es la valoración interna de De Jong. El neerlandés ya no encaja como pieza indiscutible en la idea del técnico alemán, que prioriza orden, agresividad defensiva y disciplina táctica. En ese contexto, Caicedo es exactamente lo que busca: intensidad constante, poderío físico y una capacidad enorme para abarcar campo.

En el cuerpo técnico consideran que con Caicedo el Barça ganaría una seguridad que ahora mismo no tiene. Un jugador que permite liberar a los interiores, proteger a la defensa y sostener al equipo en los partidos grandes. Justo lo que Flick cree imprescindible para competir de verdad en Europa.
El Chelsea escucha, pero no regala nada
En Londres no son ajenos a la situación. El Chelsea valora mucho a Caicedo, pero también sabe que su proyecto sigue en reconstrucción y que una operación con De Jong puede resultar interesante a nivel deportivo. El neerlandés gusta en la Premier, tiene experiencia, jerarquía y encajaría en un contexto más físico. Eso sí, en el Barça son realistas y saben solo De Jong no basta. Por eso los 30 millones adicionales aparecen como la cifra mínima para sentarse a negociar. Un esfuerzo económico importante, pero que en el club consideran asumible si se trata de asegurar al mediocentro del futuro.
Además, la salida de De Jong aliviaría masa salarial y permitiría ajustar cuentas internas. Todo encaja sobre el papel. Falta saber si el futbolista estaría dispuesto a aceptar el cambio y si el Chelsea da luz verde a una operación tan delicada. La sensación en el Camp Nou es clara y el Barça quiere dar un golpe sobre la mesa. Apostar por Caicedo es apostar por un cambio de ciclo en el centro del campo. Y para lograrlo, el club ya asume que deberá sacrificar a uno de sus nombres más importantes.