Las portadas de este viernes son un buen termómetro de la temperatura democrática de España. Ninguna parece indignada o molesta, ni siquiera extrañada, porque se haya perpetrado de nuevo la subasta del Tribunal Constitucional —y otros órganos— entre los dos grandes partidos dinásticos, PP y PSOE, este con la colaboración de Podemos, que confirma así su fichaje por el sistema del 78. Las portadas, sin embargo, aceptan este estado de cosas. Incluso parece que respiran aliviadas, sin cuestionarse si es peor el remedio que la enfermedad, porque no solo presentan como cosa normal que los recién nombrados sean de cariz partidista, sino que los dejan mejor o peor en función de si se alinean o no con los partidos a los que cada diario favorece.

Así, El País explica, en tono de damisela sorprendida de ser mirada con afán, que el Gobierno español (quiere decir el PSOE y Podemos) "acepta perfiles duros del PP" para el Constitucional: una "magistrada recusada en el caso Gürtel y un colaborador de la FAES". Ay, qué sorpresa, mire. Nunca antes había ocurrido ¿verdad? En cambio, El Mundo, de la misma magistrada, Concepción Espejel, dice que es "combativa contra ETA". Parece la bio de una tuitera descarada. Tiene gracia que del curriculum de esta señora se destaque su "combatividad" (sic) contra una organización terrorista que hace diez años que ya no existe. ¡Explica tantísimas cosas sobre qué hace latir a ese diario, las manías que lo motivan y las intoxicaciones ideológicas que sufre! ABC, en su segunda portada, habla de "cuatro perfiles políticos y combativos", sin miedo ni vergüenza. La Vanguardia titula con cara de póquer: "Pacto del gobierno central y el PP para renovar el TC y otras instituciones". Ara hace una cosa parecida. El Periódico no sólo se lo toma con normalidad, sino que va más allá y anuncia que ahora toca subastar el Consejo del Poder Judicial. En fin, que los diarios han arrojado la toalla.

El reparto es también perfecto en la oficina del Defensor del Pueblo. El titular será el socialista Ángel Gabilondo, aquel buen hombre que perdió hasta la camisa contra Isabel Díaz Ayuso en las últimas elecciones de la región de Madrid y dos días después sufrió un infarto. Su segunda será la diputada del PP Isabel Jiménez-Becerril, experiodista de ABC, El Mundo y La Razón, representante de la firma de lujo Prada en Londres, hermana de Alberto Jiménez-Becerril, asesinado por ETA en 1998, y exeurodiputada de 2009 a 2019.

Entretanto, el Tribunal Supremo presiona a Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados —cuarta autoridad del Estado—, con un escrito en tono de aviso mafioso en que el magistrado Manuel Marchena le insta a que deje sin escaño a Alberto Rodríguez, el diputado de Unidas Podemos condenado a un mes y quince días de prisión o multa de 540 euros por atentado a agentes de la policía, con inhabilitación por el tiempo de la condena. Es decir, que el Supremo se carga a un diputado, vaya, un electo, por una multa de 540 euros. Pérdida del escaño y humillación, en la mejor tradición judicial española. Qué pena da ver las portadas de ABC y La Razón frotándose las manos con la situación.

Todo muy normal. Un día más en la Democracia Consolidada™, una nueva prueba superada por la división de poderes y la independencia judicial y todo bien acompañado por la complicidad de los diarios. Gracias a todos por tanto.

LV

La Vanguardia, portada

EPC

El Periódico, portada

AHORA

Ahora, portada

EP

El País, portada

MEEl Mundo, portada

ABC

ABC, portada

LRLa Razón, portada

EPAEl Punto Hoy, portada

EPE

El Periódico de España, portada