Donald Trump es una fuente de noticias, cosa que se agradece en estos días de vacaciones donde la actividad se detiene y la información escasea. Pero entre poco y demasiado, el presidente norteamericano sigue haciendo de las suyas, devolviendo el mundo loco por sus cambios de rumbo constantes y por la actitud fanfarrona que mantiene con el resto de los países, abusando de la superioridad económica y militar de los Estados Unidos. El mandatario republicano es el gran protagonista de las portadas de este sábado a causa de dos acciones de gran repercusión internacional: el aplazamiento de la aplicación de los nuevos aranceles norteamericanos y el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a las tensiones con Rusia.
Nuevo aplazamiento, ahora hasta el 7 de agosto
Trump la anunció postergación de la entrada en vigor de su nuevo plan arancelario, que tenía que aplicar a partir del 1 de agosto de 2025 sobre productos procedentes de la Unión Europea, el Reino Unido, Japón y otros países con los cuales los EE.UU. había firmado acuerdos comerciales. Finalmente, la aplicación de estos aranceles, fijados en un 15% para los países con saldo comercial negativo con los Estados Unidos, se retrasa hasta el 7 de agosto. Este movimiento se enmarca como una estrategia para ganar tiempo y "afinar detalles" en los acuerdos pendientes, cosa que permite a Trump negociar bajo sus propios términos y evitando el caos logístico en las aduanas, según la información trasladada desde la Casa Blanca. La decisión, sin embargo, causa una gran incertidumbre, cosa que se traduce en la volatilidad de los mercados y caídas significativas en las bolsas. El viernes, después de conocerse la noticia, los principales índices bursátiles sufrieron retrocesos. El Dow Jones llegó a caer 600 puntos (1,4%), el S&P 500 cayó un 1,6% y el Nasdaq un 2,1%. Las bolsas europeas también cerraron la semana con pérdidas superiores al 2%. "Los aranceles de Trump golpean con fuerza los mercados globales", destaca la portada de El País, que ilustra con una imagen del lanzamiento aérea de la ayuda humanitaria que España que ha lanzado sobre Gaza. El Mundo también destaca en su portada la decisión económica de la Casa Blanca. "Trump suelta una segunda guerra comercial antes de acabar la primera", afirma el rotativo. El Ara, por su parte, también ha apostado por el tema económico y asegura que "Trump impone una nueva era arancelaria".
Una fama TACO ganada a pulso
A Trump se le conoce con el sobrenombre de TACO, el acrónimo en inglés de la frase Trump Always Chickens Out, que se traduce como en "Trump siempre se acobarda" o "Trump siempre se echa atrás", una expresión que fue acuñada por Robert Armstrong, columnista del Financial Times, y se popularizó en medios y entre analistas de Wall Street para describir un patrón frecuente en la política comercial de Trump: amenaza con aranceles muy altos, lo cual genera movimientos en los mercados, pero después se tira atrás o pospone estas medidas cuando aparecen riesgos económicos o presión de los mercados. Arran de esta tendencia, surgió en Wall Street el renombre "TACO trade": muchos inversores aprovechan la caída de mercados ante las amenazas arancelarias de Trump con la expectativa que después retrocederá y se recuperarán los valores. Y el TACO Trump lo volvió a hacer este viernes.
Tensiones con Rusia
Pero horas después, Trump volvió a protagonizar una noticia de impacto mundial, que es la que ha escogido La Vanguardia como tema principal de su portada. "Trump despliega submarinos nucleares en plena escalada con Rússia", en respuesta a unas declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev en las que presumía del poder nuclear ruso, y que el presidente norteamericano califica "de incendiarias", destaca el rotativo de los Godó, mientras que El Periódico va una pequeña llamada en la portada, destacando que "Trump despliega dos submarinos nucleares por un enfrentamiento verbal con Rusia". Trump, que informó de este despliegue de dos submarinos nucleares "en zonas apropiadas próximas a Rusia", a través de su red social, considera estas declaraciones (Medvédev había advertido que cada nuevo ultimátum de Trump es "un paso hacia la guerra") son una amenaza, y ha justificado el movimiento militar como una medida de precaución, advirtiendo que "las palabras son muy importantes y a menudo pueden tener consecuencias no deseadas".







