Muy interesante hoy la portada de El País, que combina el titular explosivo en el que imaginan una "agitación en las calles" de Catalunya con la (magnífica) foto de unos policías chinos usando sus armas contra los manifestantes en Hong Kong. Seguramente, quien ha hecho la portada no ha advertido el efecto de asociar ambas piezas —o sí. La cuestión es que ayer, en Hong Kong, la policía disparó con balas de verdad e hirió a un estudiante de bachillerato que protestaba. Quizás El País quiere decirnos alguna cosa o propone alguna idea. Una cosa es segura: a lo que hacen los manifestantes no lo llaman terrorismo ni violencia y, en cambio, llaman represión a lo que hacen los policías. En Hong Kong, claro.
Desde hace días, las portadas no son más que variaciones sobre el mismo tema. Hoy, sin embargo, la coincidencia de los titulares es mayor. Parecen escritos a toque de consigna, especialmente los de La Vanguardia y El Periódico, que han decidido añadirse a la virulencia de la prensa impresa de Madrid. Compáralos con Ara. Visto retrospectivamente, si los 18.000 manifestantes (según la Guardia Urbana) o 50.000 (según los organizadores) de ayer en Barcelona equivalen a agitar las calles —en plural eh— ¿qué no serían las Diades u otras protestas organizadas por el "secesionismo" con un millón o millón y medio de personas? Ah no, que Diada había pinchado. En fin, dejémoslo estar.
Droga dura
También son interesantes las portadas de ABC y La Razón. Da la impresión que por fin los dos tabloides de la derechona se han dado cuenta de los juegos de manos de Pedro Sánchez con el apoyo de la prensa favorable. Los socialistas han robado el tema patriótico a la derecha. Ahora, España, es el eslogan del PSOE. Ahora, cada vez que se invoca el 155, la ley de seguridad nacional o las diez plagas de Egipto (מכות מצרים o Makot Mitzrayim en hebreo), esos conceptos se asocian al PSOE. El PP y Ciudadanos intentan gesticular aun más... sin resultado. La prueba es que el discurso amenazador del actual Pedro Sánchez es el mismo de la derecha en la campaña electoral de hace medio año. Paralelamente, las portadas de El País y El Periódico —La Vanguardia, casi— pueden intercambiarse con las de El Mundo, ABC y La Razón del mismo periodo. Por eso Cs presenta de prisa y corriendo una moción de censura (perdedora) contra Quim Torra y se queja de que los socialistas no le sigan. Por eso ABC acusa al PSOE de ser blando con Catalunya y La Razón destaca que Casado es todavía más duro que Sánchez. Quizás ya es demasiado tarde.
El problema de esta competición por ver quién castiga más fuerte a Catalunya —con los diarios aplaudiendo desde la grada— es que acabaremos todos en el hospital. Uno de los embrollos del relato de violencia, caos, crisis de convivencia, etcétera, en Catalunya que se fabrica portada a portada es que cada día pide una dosis más fuerte de titulares, una intensidad verbal creciente, un lenguaje más extremista. Como la realidad se queda corta y no acompaña la narración que hacen de ella, se obligan a aumentar la desmesura y la agresividad del discurso para mantener vivas sus fantasías. En fin, acaban fabricando una realidad a la medida de sus quimeras, como la "agitación en las calles" o noséqué violencia del independentismo. Es droga dura. La dosis tiene que ser cada vez más fuerte para que haga efecto. Cuando quieran darse cuenta, serán unos yonquis, y para quitarse convendrá algo más que ayuda médica, porque ya no sabrán distinguir la realidad de las mentiras que se han fabricado.
Atención, sin embargo, que eso mismo puede decirse de cualquier discurso que quiera hacer pasar por realidad las imaginaciones y deseos. De los discursos de la política española y de las portadas de los diarios correspondientes, cierto, pero también de los que, unidos —o no— hacia la sentencia, aun invocan como un hechizo los propósitos incumplidos desde octubre de 2017.
N. del R.: Prietas las filas, recias, marciales…, es el primer verso del himno del Frente de Juventudes, la organización juvenil de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, el partido único durante la dictadura de Franco
