Foment del Treball ha hecho una valoración positiva de los primeros 100 días del Govern Aragonès y considera que representa el retorno de "la estabilidad política y la lealtad institucional entre el gobierno del Estado y el de la Generalitat".

"Este clima político, inexistente en la anterior legislatura, ha sido posible gracias al retorno del diálogo a través de la Comisión Bilateral, al gran acuerdo sobre la ampliación del aeropuerto del Prat y al principio de acuerdo para los Juegos Olímpicos Barcelona-Pirineus 2030", ha enumerado al presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre. 

No obstante, ha mostrado su disconformidad con la "renuncia" de la Generalitat a elaborar presupuestos para el 2021 y la "dependencia" de la CUP en la negociación de las cuentas del 2022.

"Los presupuestos son muy importantes para la generación de riqueza, creación de puestos de trabajo e incremento de la actividad productiva", ha recordado Sánchez Llibre.

Miedo a las desavenencias entre los socios de gobierno

En paralelo, el presidente de Foment del Treball también ve "otras sombras" que amenazan la legislatura. "Nos preocupan muchísimo las peleas continuas entre los dos partidos del Govern o entre los mismos consellers", ha señalado Sánchez-Llibre, que igualmente ha lamentado que esta "normalidad y estabilidad política" entre Estado y Generalitat no se haya reproducido en el Parlament de Catalunya.

"Este diálogo no se ha trasladado al Parlament entre el Govern y los diversos grupos parlamentarios. No han sido capaces y eso también nos inquieta", ha concluido.

 

 

Diálogo con el Gobierno

El diálogo con el Gobierno se empezó a deshelar gracias a los indultos a los presos políticos. El 7 junio Aragonès y Pedro Sánchez se encontraron en Foment del Treball y, después, en la Moncloa el 29 de junio. Aquí los presidentes pactaron reactivar la comisión bilateral y la famosa mesa de diálogo.

De esta manera, la comisión bilateral se reprendió a principios de agosto para hablar de cuestiones principalmente económicas. En el marco de este encuentro entre gobiernos se cerró el acuerdo por la ampliación del aeropuerto de El Prat, uno de los principales retos de lo que queda de legislatura. Las cuestiones políticas quedan reservadas por la mesa de diálogo, donde la Generalitat quiere poner sobre la mesa la autodeterminación y la amnistía.

Si bien con la gestión de la pandemia no han surgido muchos problemas, la celebración de la mesa de diálogo ha evidenciado las diferencias existentes entre los socios del GovernERC se ha mostrado constantemente a favor de la negociación con el estado español, que permitirá encontrar una salida al conflicto político. En cambio, Junts no ha hecho más que expresar sus inconvenientes con unas conversaciones que supuestamente serán una pérdida de tiempo.

Hay que recordar que ERC y Junts, junto con la CUP, pactaron tanto la celebración de esta mesa de diálogo como la duración de esta, que será de dos años. No respetar este plazo tal vez podría hacer saltar el Govern, aunque el próximo escollo importante para la estabilidad del ejecutivo catalán será la aprobación de los nuevos presupuestos.

 

 

Imagen principal, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre / E.N.