Las diferencias entre los socios de gobierno sobre la mesa de diálogo siguen siendo evidentes a medida que se acerca el día del encuentro, todavía sin fecha concretada. Y ni Junts ni ERC se esconden. Hoy, el presidente Aragonès ha tenido la oportunidad de volver a defender la que fue su gran apuesta electoral para encontrar una solución al conflicto político con el Gobierno.

Después de visitar el Hospital Moises Broggi en Sant Joan Despí junto con el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, Aragonès ha asegurado que el Govern que él preside irá a la mesa de negociación con la "máxima ambición política". En este sentido, ha apostado por reflejar a la reunión lo que para él son los dos grandes pilares y consensos dentro del independentismo: el referéndum de autodeterminación y la amnistía que "acabe con la represión". Desde Madrid, sin embargo, ya se han negado a contemplar ninguna de estas dos vías desde mucho antes de que llegue la cita.

Además, el presidente ha advertido que la única alternativa que existe es continuar con un conflicto político que todavía se puede agravar, hecho que todo el mundo quiere evitar, según su opinión: "Nosotros queremos una solución democrática que pasa por un referéndum y la amnistía", ha insistido.

Consensos ante las diferencias

El vicepresidente Puigneró, en cambio, tiene una opinión bien diferente sobre la reunión que se tiene que celebrar la semana del 13 de septiembre. Ayer, en su intervención al acto de clausura de la Univesitat Catalana d'Estiu, aseguró que hay que seguir defendiendo la vía unilateral para tener una posición fuerte delante de la mesa de diálogo. En este sentido, apuntó que el independentismo no puede renunciar a jugar la carta de la unilateralidad ante el Estado".

El vicepresidente quiso matizar que este no es la primera carta que se tiene que jugar, pero como ya se ha puesto en práctica otras veces es efectiva. "El 1 de octubre fue un acto unilateral y el Estado tiene que saber que estamos dispuestos a volver a jugarla", remarcó.

Hoy, sobre la posición del también conseller de Polítiques Digitals i Territori, Aragonès ha asegurado que "es lógico que haya muchas propuestas" pero ha preferido centrarse en los consensos que hay dentro del movimiento independentista.

Forcadell por el diálogo

La presidenta Forcadell también ha querido contestar a Puigneró, y ha pedido dejar "la unilateralidad para más adelante". En este sentido, en una entrevista en Catalunya Ràdio ha valorado positivamente la celebración de la mesa, advirtiendo que "la situación es la misma que en octubre del 2017. Si hacemos lo mismo, acabaremos igual".

A diferencia del vicepresidente, Forcadell quiere jugar la carta del diálogo, ya que no ve tan claro que la unilateralidad pueda funcionar. Preguntada por si cree que el actual Gobierno acabaría en la prisión si sacara adelante la vía unilateral, la expresidenta del Parlamento ha respondido con uno "sí" rotundo, ya que no ha cambiado "nada" durante los últimos cuatro años. Y por eso ha apostado por la negociación con el ejecutivo español: "Ahora tenemos la carta del diálogo: juguémosla", ha dicho.

En la imagen principal, el presidente Aragonès y el conseller Argimon / Europa Press