Meritxell Serret ha oficializado el traspaso de Acció Exterior de la mano de Victòria Alsina, después de que este martes se haya estrenado el nuevo Govern. Con un lápiz de memoria en la mano, la ya exconsellera de Junts ha traspasado la información del departamento a su sucesora de ERC y ha manifestado la intención de anteponer "el departamento al servicio de todo el mundo" para estar "presentes en todo el mundo, explicar sin intermediarios quiénes somos, de dónde venimos y dónde vamos". Por su parte, Serret ha reconocido la tarea de Alsina y ha expresado su "voluntad mantener el buen trabajo que se ha estado haciendo hasta ahora".

La nueva consellera ha valorado positivamente a las delegaciones catalanas en el exterior, ya que son "la joya de la corona" por el trabajo que hacen a la hora de acompañar a los catalanes "por todo el mundo". La idea es "construir proyección y credibilidad de lo que hace Catalunya en Europa", desde la vocación "de empoderar y dar todo el apoyo a las delegaciones" y de acompañar a la comunidad catalana en el extranjero. Es decir, que los primeros retos serán las diversas delegaciones que tienen que poner en funcionamiento pronto para poder representar el territorio. Tal como ha recordado Alsina, uno de los trabajos más inminentes de Serret es escoger a un delegado en Brasil y otro en Andorra. Al mismo tiempo, tendrá que ir a abrir la delegación de Japón y la de Corea del Sur.

 

La republicana ha asegurado que trabajará "con ganas y mucha ilusión" para consolidar y agrandar la presencia catalana en el exterior, de manera que llega a la calle de la Pietat 2 de Barcelona con "el objetivo común que es hacer más Catalunya en el mundo" y así poder dar la proyección de lo que hace la sociedad catalana por todo el planeta. Recordemos que Serret está pendiente de juicio por el 1-O, después de ser la consellera de Agricultura de Carles Puigdemont. Con el 155, se exilió a Bélgica y fue designada delegada de la Generalitat en Bruselas. Volvió a Catalunya el año 2021, para comparecer voluntariamente ante el Tribunal Supremo.

Por otra parte, Alsina ha garantizado que ha trabajado para que la Conselleria de Acció Exterior sea "una estructura de Estado" a disposición todos los otros departamentos. No solo de la Generalitat, sino también del ámbito local, las empresas y la sociedad civil porque la institución "siempre está por delante de todo". Así lo ha dicho la hasta ahora consellera de Junts, que era partidaria que su partido continuara en el Govern. Cuando se conoció el resultado de la consulta a la militancia, Alsina se despidió recordando que "durante un año y medio hemos demostrado con hechos que Catalunya puede tener una política exterior propia, actuando con mentalidad de Estado mientras todavía no lo somos". Además, lamentó cómo se encontró la Conselleria cuando llegó: "Sin rumbo".