Carlos Mazón comparecerá este lunes para anunciar el resultado de las conversaciones mantenidas este domingo con Alberto Núñez Feijóo, después de haber abierto el pasado jueves un proceso de "reflexión personal" a raíz de la crisis abierta en el País Valencià por el primer aniversario de la DANA. Lo hará el mismo día que el presidente del PP reúne al Comité Ejecutivo estatal de la formación, un encuentro que, pese a ser de carácter mensual, llega fuertemente condicionado por las tensiones internas dentro del PPCV y las dudas sobre el futuro liderazgo de la Generalitat. La reunión, que reúne a los barones y dirigentes de primer nivel del partido, abordará como punto central la situación en el País Valencià, con nombres sobre la mesa como el de Vicent Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, y María José Català, alcaldesa de Valencia y favorita de Génova. Todo ello, con una ausencia remarcable: la del propio Mazón, que según ha avanzado À Punt no asistirá al encuentro.
En los últimos días, diversas voces dentro del PP han presionado a Mazón para que, como mínimo, anuncie que no repetirá como candidato a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones. No obstante, tras el traumático primer aniversario de la DANA, el gesto podría ser percibido como insuficiente. La dirección estatal del PP, encabezada por Feijóo, estudia ahora los diferentes escenarios posibles que se abren en función de la decisión que tome Mazón. Si opta por dimitir y provocar un adelanto electoral, o si, por el contrario, decide mantenerse en el cargo hasta el agotamiento de la legislatura y limita su anuncio a una renuncia como cabeza de lista para 2027. Hasta ahora, Feijóo se ha mostrado partidario de respetar las decisiones internas del Consell, reivindicando a menudo su propia experiencia como presidente de la Xunta de Galicia durante catorce años como ejemplo de no injerencia de Génova.
Vox, determinante
En caso de que Mazón decida dimitir, la elección de su sucesor dependerá inevitablemente del apoyo de Vox, que con sus 13 diputados resulta clave para garantizar la mayoría absoluta en las Corts Valencianes, situada en 51 escaños. El PP tiene 40, por lo que el margen de maniobra es estrecho y cualquier relevo en la presidencia requerirá el visto bueno de los socios de extrema derecha. El pasado jueves, el líder de Vox, Santiago Abascal, salió en defensa de Mazón afirmando que sufre “un linchamiento” y cargando contra el PP por, a su parecer, “actuar atemorizado ante Pedro Sánchez”. Las declaraciones, lejos de rebajar la tensión, han generado aún más incertidumbre dentro de las filas de los populares, donde se empieza a extender el convencimiento de que la salida de Mazón podría no ser suficiente para cerrar la crisis. Fuentes del partido admiten que, si no se corta de raíz esta situación, el impacto puede ser devastador en las próximas citas con las urnas, empezando por los comicios en Extremadura del 21 de diciembre.