Una de las últimas veces que Pablo Casado pisó Menorca fue ahora hace tres años en un acto político donde se centró en decir que los Països Catalans no existen, reivindicó la unidad de España, y se situó como la alternativa a Pedro Sánchez para poner orden y dejar de pactar con los "separatistas Otegi y Torra". Mientras pronunciaba estas palabras poco sabía que no conseguiría tumbar al PSOE en la Moncloa, y menos que tendría que dejar su cargo como líder del PP después de una guerra abierta con Isabel Díaz Ayuso. Tres años después Casado ha vuelto a Menorca, pero no para hacer política, sino para actividades relacionadas con su nuevo trabajo: captador de inversiones.

Según recogen varios medios de las Islas Baleares, participó el domingo en la Menorca TechTalk, un encuentro de emprendedores organizado por Martín Varsavsky en su finca de Binisegarra, situada en el municipio de Alaior de Menorca. Desde que Casado se despidió del Congreso de los Diputados no había hecho ninguna aparición pública ni habían trascendido informaciones sobre su nueva vida profesional. Fue en este encuentro donde se reunieron medio centenar de emprendedores donde Casado, en una intervención de cinco minutos, desveló que ahora se dedica a captar inversiones para empresas de capital de riesgo en el ámbito de defensa y seguridad. Durante esta visita, no ha tenido ningún contacto con dirigentes del Partido Popular de Menorca, aunque dirigentes del PP sí sabían de su presencia en la isla desde que el sábado tomó el avión para ir a Menorca.

Casado se despidió del Congreso en una sesión de control, pero también lo hizo en el congreso del Partido Popular donde Alberto Núñez Feijoó cogió las riendas del partido. En su intervención anunció que se marchaba pero que volvería para todo lo que necesiten, y aseguró que se iba con la conciencia tranquila, aunque con un sentimiento de injusticia después de la batalla con el partido. Justamente cuando apareció en el Congreso de los populares que se celebraba en Andalucía recibió unos aplausos muy tímidos, mientras que la ganadora de la batalla, Díaz Ayuso, entró por la puerta con una ovación.

Una de las intervenciones más polémicas de Casado en territorio de las Islas Baleares al largo de su carrera fue en julio del año pasado, en el decimosexto congreso de los populares en las Islas, donde hizo secesionismo lingüístico: "No habléis catalán, habláis mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterés," proclamó en unas declaraciones ampliamente criticadas, de las cuales incluso dirigentes populares del partido en las Islas Baleares discreparon.