Jesús María Barrientos, que presidió el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya entre 2016 y 2025 (fue relevado en febrero por la progresista Mercè Caso), aspira ahora a liderar la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo. El actual magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del TSJC es uno de los once candidatos que hoy ha comparecido ante la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que, durante diez minutos, ha defendido sus méritos para hacer el salto a Madrid. Ha hecho un repaso de su currículum y ha recordado alguna de sus intervenciones en la judicialización del procés independentista, dado que, como presidente del TSJC, encabezó los tribunales que juzgaron el independentismo catalán. Y ha aprovechado para arremeter con dureza contra la ley de amnistía: “Elimina toda responsabilidad de los que han tenido encomendada la gestión de fondos públicos y los destinan a actividades declaradas ilícitas. La generación de un riesgo sistémico de impunidad futura en escenarios similar”. En febrero de 2024, sostuvo que una “ley que privilegia a unos pocos nunca pacificará”.

👤 Jesús María Barrientos, implacable con el independentismo, será relevado como presidente del TSJC

 

 

Lo ha verbalizado cuando ha recordado la decisión del TSJC de llevar la amnistía al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para consultar la malversación del 1-O y suspender el juicio a Josep Maria Jové, Lluís Salvadó y Natàlia Garriga, negándoles así la aplicación de la norma del olvido penal. Hoy lo ha justificado: “Se pregunta si la desprotección de los intereses financieros de un estado miembro pone en riesgo también los intereses financieros de la Unión Europea, si el desvío de fondos públicos propios del presupuesto de una comunidad autónoma perjudica los intereses de la Unión y si es compatible con el derecho de la Unión”.

Asimismo, Barrientos ha recordado dos resoluciones jurisdiccionales que el firmó con una “relevancia jurídica” y “significativa calidad técnica”. En primer lugar, ha aludido a la sentencia contra Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau por la consulta del 9 de noviembre de 2014 que los condenó a hasta dos años de inhabilitación. “Se analiza por primera vez la naturaleza jurídica de una providencia del Tribunal Constitucional a efectos del delito de desobediencia y se evalúa la conciencia de la licitud para el delito de prevaricación y su tratamiento cuando la ineficiencia es inherente al hecho de desobediencia”, ha subrayado. En segundo lugar, ha mencionado la sentencia que condenó a Laura Borràs a cuatro años y medio de prisión y a trece de inhabilitación al considerarla autora de un delito de prevaricación y de falsedad documental por su gestión cuando era directora de la Institució de les Lletres Catalanes.

📝 Mas, Ortega y Rigau, inhabilitados hasta dos años por desobedecer el TC el 9-N

 

📝 Laura Borràs es condenada a 4 años y medio de prisión y 13 años de inhabilitación

 

 

“Los graves riesgos a que fue sometida la integridad del poder judicial en Catalunya en el 2017”

Por otra parte, ha traído a colación dos órdenes de la presidencia del TSJC que ha considerado de “alta densidad y trascendencia pública”. Las dos iban dirigidas a los cuerpos policiales. La primera la emitió por los “graves riesgos a que fue sometida la integridad del poder judicial” en Catalunya en septiembre y octubre de 2017. Con la segunda, quiso “asegurar la indemnidad” de las sedes de los 49 partidos judiciales de Catalunya entre 2017 y 2019. Fue a principios de octubre de 2017 cuando él retiró a los Mossos d’Esquadra del mando de la vigilancia del Palacio de Justicia, el edificio ubicado en el paseo de Lluís Companys, a fin de que fuera la policía española la que pasara a dirigir el operativo de seguridad. Fue una decisión de Barrientos criticada por otros magistrados.

Barrientos ha defendido que en cuarenta años de trayectoria jurisdiccional, ha buscado siempre “conciliar la calidad y excelencia de las resoluciones con la agilidad en la respuesta” y ha presumido de que, en la orden penal, ha sido partícipe de 4.950 resoluciones, entre las que más de cien están resaltadas para “consolidar, desarrollar o innovar conceptos jurídicos de interés”. Finalmente, ha recordado que tiene el grado de teniente del Ejército del Aire desde febrero de 1983 y que ha sido distinguido con la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, con la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil y con la Cruz de la Orden del Mérito de la Policía con distintivo blanco.

No se creyó a Trapero cuando le dijo que detendría Puigdemont y plantó a Torrent cuando habló de “presos políticos”

Jesús María Barrientos, de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, ingresó en la carrera judicial en 1985. Después de pasar por los juzgados de León, Barcelona y Cantabria, fue magistrado en la Audiencia de Barcelona hasta que fue nombrado presidente del TSJC. Como presidente del TSJC, ha sido implacable con los políticos independentistas, que lo han recusado acusándolo de haberlos perseguido por su ideología. De hecho, fue apartado del juicio a la segunda Mesa del Parlament, presidida por Roger Torrent. Eso sí, presidió el juicio y condenó al presidente Artur Mas por el 9-N de 2014, así como a los miembros de la Mesa del Parlament, presidida por Carme Forcadell, por el 1-O. Ahora bien, el Supremo hizo repetir el juicio sin él. Y vio cómo el Supremo se apropiaba de la causa contra el Govern de Carles Puigdemont con la excusa de un gasto en el exterior, aunque todos eran aforados delante del TSJC.

Hay dos episodios especialmente recordados de la etapa de Jesús María Barrientos como presidente del TSJC. En 2017, nunca se creyó al mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, cuando le llamó por teléfono y le dijo que tenía un plan para detener al president Carles Puigdemont si se lo ordenaba. Trapero contó este plan por primera vez en el juicio del Tribunal Supremo contra los políticos catalanes y en la Audiencia Nacional, donde finalmente fue absuelto. Por otra parte, en febrero de 2018, el independentismo reprobó que Barrientos se levantara de un acto cuando el entonces presidente del Parlamento, Roger Torrent, habló abiertamente de “presos políticos” en un acto al Col·legi d’Advocats de Barcelona.

Los otros aspirantes a presidir la Sala de lo Militar del Supremo

Jesús María Barrientos es uno de los once candidatos a presidir la Sala de lo Militar del Supremo. ¿Quiénes son los otros?

  • Javier Aguayo Mejía, presidente de la Sala Contenciosa Administrativa del TSJ de Catalunya
  • Carmen Álvarez Theurer, magistrada de la Sala Contenciosa Administrativa de la Audiencia Nacional
  • Javier Mariano Ballesteros Martín, magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
  • María Nieves Buisán García, magistrada de la Sala Contenciosa Administrativa de la Audiencia Nacional
  • José Luis Concepción Rodríguez, magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del TSJ de Castilla y León
  • Pedro Luis García Muñoz, magistrado de la Sala Contenciosa Administrativa del TSJ de Catalunya
  • José Ramón González Clavijo, magistrado de la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional
  • M. Desemparados Guillo Sánchez-Galiano, magistrada de la Sala Contenciosa Administrativa del TSJ de Madrid
  • Enrique López López, magistrado de la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional
  • José Luis López del Moral Echeverría, presidente del TSJ de Cantabria